Como
ya hemos hablado en otras entradas la población mundial ha sufrido importantes
cambios en su estructura por edades, más acentuado en los países desarrollados.
También
sabemos que el envejecimiento es un proceso que se produce a lo largo de
nuestra vida y como por suerte vivimos más, también se pueden presentar ciertas
enfermedades que no solo están ligadas a la edad, sino también a un cúmulo de
factores, como la genética, hábitos de vida no saludables, intoxicación
ambiental, niveles altos y prolongados de estrés y ansiedad, etc., y que al
vivir más estamos más expuestos a su influencia. Dentro
del conjunto de enfermedades ligadas a cualquiera de estas causas, las
demencias son las que despiertan mayor preocupación clínico-sanitaria por el alto
impacto socioeconómico al que dan lugar.