El maltrato a las personas mayores |
El maltrato a personas mayores es un problema universal y no se limita a
ningún género, religión, cultura, grupo étnico o de ingresos.
El maltrato a personas mayores no es solo violencia física o el uso de la
fuerza como empujar o abofetear.
El maltrato a personas mayores también es:
·
usar el dinero de las personas mayores sin consentimiento
·
controlando a quién ven, con quién hablan, a dónde van
·
tomar decisiones de sus manos
·
tratándolos como niños
·
insultos y humillaciones
·
manteniéndolos en casa, negándoles la atención que necesitan
·
encerrándolos en su habitación para que no vaguen.
Las personas mayores tienen el
derecho de tomar sus propias decisiones y decisiones incluso si no estamos de
acuerdo con ellas. Tienen
derecho a gastar su dinero como lo deseen.
El maltrato en España
El 7% de las personas mayores
sufren maltrato en España pero solo el 10% de ellos lo denuncia. Son datos del
último estudio realizado al respecto por la Unión de Pensionistas. Un colectivo
"muy indefenso" que reclama más recursos. No existe una legislación
específica que proteja al mayor o un teléfono de ayuda para ellos.
El Ayuntamiento de Madrid
atiende a una media de 700 ancianos en situaciones de vulnerabilidad al año, de
los cuales se detectan unos 75 de maltrato. Solo el 10 por ciento de los mayores
maltratados denuncia, según la Unión de Pensionistas. El siete por ciento de
los mayores de 65 años residentes en España afirma que en el último año ha
sufrido algún tipo de abuso, ya sea por privación, maltrato psicológico y
verbal, económico e incluso físico y sexual, según el último barómetro
realizado por la Unión de Pensionistas (UDP).
A nivel mundial,
la Organización Mundial de la Salud (OMS) aumenta estos datos al 10%.
Estas cifran representan solo "la punta del iceberg" de un problema
"tabú" de una sociedad cada vez más envejecida —la OMS calcula que
para 2050 habrá cerca de 2.000 millones de mayores de 60 años en el mundo, es
decir, más del doble de los aproximadamente 900 millones actuales—.
De acuerdo con la UDP, solo
el diez por ciento de los mayores maltratados denuncia su situación. Por ello,
datos reales de abusos hacia esta población son muy difíciles de
conseguir.
"Existe una bolsa de maltrato que no aflora porque la
mayoría de los casos no se denuncian por vergüenza o por tener la violencia
—que es continuada durante toda la vida— interiorizada", señala el juez Jose Mª Gómez Villora. "Es muy difícil denunciar a tu propio hijo, sólo se demanda en
situaciones extremas y existe un alto índice de retirada de denuncias",
describe. En los últimos tres años, "se
ha apreciado un aumento significativo de los casos de agresiones de hijos hacia
sus progenitores", asegura el magistrado del Juzgado de Violencia
sobre la Mujer número 1 de Valencia.
El control en las residencias
una asignatura pendiente
"En
las residencias también hay muchos casos,
los recortes
afectan al personal, que están más estresados
y no se atienden
a los internos como deberían"
En los últimos tiempos el
negocio de las residencias está observando un creciente auge debido al
envejecimiento de la población. Pero si bien es un negocio muy prospero para
los capitales que invierten en este lucrativo emprendimiento, no lo
es tanto para la economía del personal que trabaja en ellos. Los inversionistas
aumentan sus ingresos disminuyendo los salarios de los trabajadores al mínimo,
con poco personal y sobrecarga de trabajo, y ya sabemos que todo esto redunda en una disminución en
el bienestar de los mayores y especialmente en los más vulnerables, ya
que no se los puede atender, a pesar del esfuerzo extremo que realizan muchos de los
empleados, con la excelencia en el servicio que se merecen. A su vez los profesionales del sector deben estar perfectamente cualificados (que en la mayoría de los casos no se da), en TODAS LAS DIMENSIONES que involucra el cuidado del adulto. Capacitándose adecuadamente para adquirir un excelente perfil gerontológico, donde se prime el empoderamiento de los mayores, el respeto a sus derechos y la mejor asistencia donde todas sus necesidades estén cubiertas. Para que esto sea una realidad las autoridades deben controlar el sector con una reestructuración de base, legislando en consecuencia, tanto para las residencias privadas como públicas, sin hipocresías, ni dobles discursos, pensando realmente en el bienestar de
las personas mayores y cambiando las palabras por los hechos.
Ausencia de legislación específica
Tras participar en una
jornada sobre los malos tratos hacia los mayores, el magistrado Gómez Villora
se quedó con la queja más habitual de su envejecido público: "La ausencia de una legislación
específica que proteja a los ancianos". "Parece que se pone énfasis
en la protección a los menores y nos olvidamos del otro extremo".
Sin ir más lejos, no existe
un teléfono exclusivo para ayudar a los mayores en situaciones de emergencia, un
recurso que sería "conveniente". El coordinador del programa Malos
Tratos y Abusos a Personas Mayores de la UDP, Javier Álvarez, añade al
respecto: "Es como si el 25% de la
población española estuviera enferma y necesitara unos recursos y cuidados
específicos y no recibiera tratamiento. Están muy indefensos".
Álvarez piensa en el caso
francés, donde se llevan a cabo prácticas que en España se quedaron por el
camino con la Ley de Dependencia. "En
Francia, los gastos de residencia se pagan con la herencia de la persona una
vez esta ha fallecido y lo que sobra, se entrega a los familiares. Además, la
contratación de los cuidadores desgrava de forma importante".
¿Qué se considera maltrato?
"Es fundamental no pensar que el maltratador es un mal
bicho", advierte Pilar Serrano, médico de la
Subdirección General de Mayores del Ayuntamiento de Madrid. "Lo normal es que no pueda soportar la
carga de trabajo que supone el cuidado de una mayor dependiente. El estrés es
enorme", explica. "Muchas
veces el maltratado es una persona demente que maltrata al que tiene al lado
sin ser consciente", aclara Serrano, planteando la duda de quién es el
maltratado y quién es el maltratador. Aun así, si el cuidador recibe soporte y
formación por parte de las instituciones, Serrano tiene comprobado que los
casos de malos tratos se reducen considerablemente. En Madrid destacan los
programas 'Cuidar al cuidador' y 'Respiro familiar'. Sin embargo, para cambiar
las cifras arriba citadas, lo realmente necesario es "un cambio social, porque el sustrato del maltrato es social",
anota.
Isabel Herrerías, de la asociación Amecavi, dedicada a mejorar la
calidad de vida de los dependientes, recalca que "los hijos se desentienden cada vez más del cuidado de sus padres
con Alzheimer. Son situaciones que les superan y puede pasar hasta un mes sin
que vayan a verlos".
Aunque no existe una
definición consensuada de la violencia hacia los mayores, la OMS la ubica en una relación
"basada en la confianza". Así, el maltrato puede darse por
negligencia (activa o pasiva), ser psicológico, económico, físico, sexual e
incluso institucional.
El Gobierno español quiere perseguir el abandono de ancianos en residencias
La estrategia propone una mejora e implantación de nueva normativa específica de vigilancia, seguimiento e inspección de centros e instituciones para personas mayores
El Gobierno quiere
que se persiga el abandono de las obligaciones familiares y el ingreso en residencias de personas mayores en
contra de su voluntad, según recoge el proyecto de la Estrategia Nacional de Personas Mayores para un Envejecimiento Activo y para su Buen Trato 2018-2021 .
La estrategia, ha sido desarrollada por el Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad y detalla a lo largo de 128 páginas cinco ejes de actuación acompañados de
un diagnóstico y un procedimiento de evaluación y en ella
no consta financiación para llevarla a cabo.
Además, propone una mejora e implantación de nueva
normativa específica de vigilancia, seguimiento e inspección de centros e
instituciones para personas mayores. Precisamente, el Defensor del Pueblo en
funciones, Francisco Fernández Marugán pidió este martes en el
Parlamento que se realice un seguimiento de estos centros para evitar casos de
maltrato y tortura.
En relación con los malos tratos, la estrategia contempla una
revisión de la legislación específica de protección de las personas mayores,
concretamente de diversos artículos del Código Civil, del Código Penal y de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Concretamente, propone legislar sobre el deber
de atención especial de las notarías en la toma de
decisiones sobre asuntos económicos, donaciones, testamentos y cualquier tipo
de decisión que pudiera conllevar consecuencia negativas para el presente o
futuro de cualquier persona mayor.
También plantea la agilización de los procedimientos
judiciales; formación de fiscales especializados; solicitar del Ministerio Fiscal una
posición más decidida en la búsqueda de pruebas y en el seguimiento de la
ejecución de las sentencias; establecer un programa informático para que en los
juzgados se puedan obtener datos sobre antecedentes de otras denuncias; instar
a la Fiscalía General del Estado a que incluya en su memoria anual un apartado
específico sobre malos tratos hacia las personas mayores; incrementar las
plantillas de médicos forenses y mejorar la asistencia jurídica a las personas
mayores.
En cuanto al agravamiento de penas, se refiere al maltrato como causa
de desheredación, como delito de pena de cárcel y como causa de
extinción de generación de pensión a terceros.
Teléfono contra el
maltrato
Además, la estrategia contempla la implantación de un teléfono nacional para la
orientación y el apoyo ante situaciones de malos tratos a
personas mayores, que permanecerá activo 24 horas, los 365 días del año.
El objetivo de este servicio será recibir información
sobre situaciones inadecuadas, proporcionar asesoramiento a las personas
mayores, sus familiares, cuidadores, profesionales, amigos, vecinos o cualquier
persona que tenga sospecha o sea testigo de una situación de malos tratos.
Además, deberá ser accesible a personas mayores con discapacidad,
según precisa el documento.
Asimismo, introduce el diseño de un protocolo ante
situaciones de emergencia que garantice la disponibilidad inmediata de
alojamientos para aquellas personas mayores que han tenido
que abandonar su casa como consecuencia del maltrato.
Estas son algunas de las disposiciones incorporadas a la
Estrategia, que recoge la puesta en marcha de un Plan contra los malos tratos que contemple la
sensibilización e información a la sociedad, prevención,
diagnóstico y abordaje, para combatir el maltrato en los ámbitos familiar,
residencial o profesional, pidiendo a los poderes públicos "tolerancia
cero" con el maltrato a los mayores.
Eliminar
estereotipos
Atendiendo a la sensibilización de la población, uno de
los objetivos de esta Estrategia es eliminar los estereotipos. Para ello,
propone integrar en Primaria y Secundaria, programas con contenidos dedicados
al conocimiento del proceso de envejecimiento; e impulsar la convivencia
intergeneracional, tanto con visitas de los mayores a las aulas como de los alumnos a los
centros de mayores. También dispone el control, denuncia y
retirada de la publicidad "edadista".
La Estrategia incluye la puesta en marcha de una Comisión
Nacional de vigilancia e implantación del buen trato a las personas mayores, con el objetivo de
favorecer la coordinación de todas las actuaciones de las administraciones
públicas y las entidades de diferentes ámbitos de intervención.
Por otro lado, el documento plantea otras acciones para
promover el envejecimiento activo, la calidad de vida y la no discriminación de
las personas mayores.
Así, contempla estudiar en profundidad los efectos que
puede tener para la salud de las personas mayores el retraso en la edad de
jubilación; potenciar cursos sobre el uso de las nuevas tecnologías,
favoreciendo el diseño de dispositivos electrónicos sencillos; o impulsar las
medidas necesarias por parte de las administraciones para que los mayores
puedan envejecer en sus domicilios.
"Masculinización"
del cuidado
Asimismo, teniendo en cuenta la perspectiva de género, plantea la
"masculinización" del cuidado de las personas
mayores, para que sea una tarea compartida por hombres y mujeres y mejorar las
pensiones que reciben las mujeres.
También propone desestigmatizar a las personas
mayores como conductores inseguros y promover el uso de
las innovaciones tecnológicas en los vehículos a motor, así como medidas para
fomentar la autonomía, mejorar la situación de los mayores con discapacidad o
el apoyo a los cuidadores no profesionales.
La Estrategia se marca el horizonte de 2021 para cumplir
con estas medidas. Según señala, el seguimiento de la Estrategia correrá a
cargo de una Comisión Técnica Interministerial; de la Comisión de Directores y
Directoras Generales de Personas Mayores de las Comunidades Autónomas; y del
Consejo Estatal de las Personas Mayores. Como resultado de la evaluación se
emitirá un informe cuando se cumpla la mitad del plazo y uno final en 2022.
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