martes, 9 de junio de 2020

EL DECLIVE CEREBRAL ADEMAS DE NO SER INEVITABLE, ES UN EJEMPLO EN AHORRO ENERGÉTICO

Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934)

NEURONAS FORMANDO CONEXIONES
HIPOCAMPO

En aquellos años este extraordinario médico, investigador y escritor español llamado Ramón y Cajal, a través del hermoso registro poético anteriormente mencionado, y casi sin proponerlo, dejó entrever los comienzos de lo que hoy en día conocemos como Neurociencia. No solo ésta es una elegante frase en el sentido literal, sino que trasciende como una certeza biológica, abriendo además el camino hacia el nacimiento de la Neurogénesis, “el arte de poder moldear nuestro cerebro gracias a su plasticidad"
En esa época y hasta principios de la década de los años 60, en el ámbito científico se creía erróneamente, que como parte del proceso de envejecimiento, las neuronas, es decir las células cerebrales del ser humano, no se regeneraban. Se suponía que todas las personas nacían con una limitada cantidad de neuronas, que estás se iban perdiendo irremediablemente a través del ciclo vital y que el cerebro adulto estaba imposibilitado de formar nuevas células.

En la actualidad está científicamente demostrado el potencial que tienen zonas específicas del cerebro para neuroregenerarse, como el hipocampo. Estas áreas están directamente vinculadas con la memoria y el aprendizaje.
Diferentes estudios, entre los cuales se encuentran tres investigaciones que les acerco con sus respectivos link, demuestran que el cerebro adulto es capaz de generar nuevas neuronas. Esta capacidad se relaciona con el fenómeno “plasticidad sináptica cerebral”, que consiste en la generación de un estímulo eléctrico en las neuronas para que éstas activen el mecanismo de neuroregeneración.

PLASTICIDAD CEREBRAL
La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida, como reacción a la diversidad del entorno. La neuroplasticidad permite a las neuronas regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y formar nuevas conexiones sinápticas.

NEUROGENESIS
La neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas) es el proceso por el cual se generan nuevas neuronas a partir de células madre y células progenitoras. Se encuentra más activa durante el desarrollo prenatal y es responsable de poblar con neuronas el encéfalo en crecimiento. También se ha demostrado que en la edad adulta siguen produciéndose neuronas en zonas específicas del cerebro durante toda la vida.
SELECCIONAR  PARA AHORRAR ENERGÍA--------------------------------
EL DECLIVE CEREBRAL NO ES INEVITABLE
El Dr. Alvaro Pascual-Leone (València) es catedrático de Neurología en la escuela de Medicina de Harvard. Su tarjeta de visita tiene varias líneas de diferentes cargos y entidades. Pero a partir de enero dirige un instituto de salud cerebral que pone en marcha la fundación Guttmann en Barcelona. El Guttmann Brain Health Institute.
Hace 20 años que es asesor científico de la entidad que nació para recuperar a los lesionados medulares. Y ahora toma las riendas de un equipo desde el que se quiere cuidar, medir, entrenar e investigar el bienestar cerebral. “Que incluye lo que hay de cuello para abajo, por supuesto”, advierte.

Nos asusta llegar a muy viejos sin conocer ni reconocer, sin controlar, con un grave deterioro ¿Cómo podemos evitarlo?
El declive de nuestra salud cerebral no es algo inevitable. No sabemos bien cómo hacerlo, pero el decaimiento con la edad no es obligatorio.

¿Es cuestión de genética?
No, no. Aunque sea importante la herencia, apenas contribuye un 20%. Y no es una carga.

¿De qué depende entonces?
Tenemos identificados factores que tienen valor predictivo. Pero aún no sabemos cuáles hay exactamente en la lista de factores que determinan una buena salud cerebral. Tenemos que hallar ese algoritmo, como lo encontró la cardiología con el informe Framinghan. Colesterol, obesidad, tabaco, hipertensión... En él se invirtió mucho dinero durante mucho tiempo. El cerebro no tiene ese mecenas. Quizá Barcelona pueda convertirse en el Framinghan de la salud cerebral a través del estudio Brain health initiative que pusimos en marcha en el centro Guttman.


¿Cuáles son esas señales que predicen el futuro deterioro?
Al cerebro hay que cuidarlo toda la vida. Cada 4 segundos cambian las conexiones. No podemos dejarlo para cuando seamos mayores.

Pero cuando nos hacemos mayores se produce el declive en nuestro cerebro ¿no?
El declive empieza al nacer, incluso antes. El 90% de las neuronas las perdemos antes de dejar la primaria. También las conexiones.

¿Por qué?
Porque gasta mucho. El cerebro ocupa un 2% del volumen corporal y gasta un 20% de la energía. Es muy caro para el cuerpo. Por eso poda. Selecciona las conexiones que necesita. Las que no usa, las elimina. Como hacemos con los árboles frutales. La clave de su producción y su buena salud es en gran parte una buena poda. Lo difícil es saber cómo padres, como médicos, como profesores, cuál es la poda correcta.

¿Su idea es que nos entrenemos toda la vida?
Tenemos que aplicar el mismo rigor científico a las personas antes de ser enfermos. O llegaremos tarde. Tenemos que usar lo que sabemos, aunque sea poco. No sería ético no hacerlo. Y sabemos, por ejemplo, que una alteración en la velocidad de la marcha predice una demencia en diez años. O la pérdida de oído. O de visión. El rendimiento cognitivo, la forma física, la conectividad fronto-parietal, la inteligencia fluida que podríamos definir como capacidad creativa o de aprender algo nuevo. O el grosor de la corteza cerebral. Si somos capaces de medir a lo largo de la vida estos parámetros podemos llegar a predecir si hay riesgo de demencia cuando se producen cambios y hacer prevención. Pero no sabemos cómo se relacionan todos esos factores entre sí. Ni la importancia de cada uno. Necesitamos un algoritmo.

¿Está lejos de conseguirse?
Contamos con lo suficiente para hacer algo clínicamente. El instituto de bienestar cerebral pretende eso, buscar esa salud cerebral de forma holística y personalizada. No hay recetas generales, como salir a andar 3 kilómetros. Quizá no le guste andar por andar a esa persona. Tenemos que contar con el paciente en todo momento y hacerle un traje a medida. Lo que es beneficioso para uno, no lo es en absoluto para otro. Sea ejercicio o sea dieta. Hay otro factor esencial: el proyecto de vida propio. Hay cerebros activos, capaces y sin pérdida alguna con unos hábitos totalmente incorrectos.

¿Y tampoco vale para preservar el cerebro de cualquiera. el entrenamiento cognitivo, los crucigramas?
Si los has hecho toda la vida y no lo mides de alguna forma, quizá no. Si haces siempre cosas del mismo tipo, serás muy bueno en eso, en crucigramas o en idiomas. Pero no te servirá para otras cosas. Hay entrenamientos cognitivos actualmente que plantean problemas de inteligencia fluida, para que el cerebro sea tu máquina de aprender a aprender. Por ejemplo. Te digo tres palabras y tú le buscas una relación: Pelota, galleta, mesa.

¿...?
Redonda (dice en voz baja). El entrenador lo que tiene que encontrar con el paciente es qué le gusta, y qué quiere, y que cambios hay en todos esos parámetros que tenemos que tener en cuenta. Porque quizá lo que necesite para entrenar su cerebro sea bailar tango, o cocinar, o punto de cruz. Algo nuevo que entrene en aprender a aprender y, sobre todo, que le guste.

¿Por qué la neurología no ha avanzado como la cardiología y la oncología? El declive, aunque no sea inevitable, nos aterra.
Creo que uno de los motivos principales es que no contamos con un modelo animal para la investigación donde estudiar. La neurología avanzó mucho en los últimos dos siglos: el primero en el diagnóstico y el segundo en la terapéutica y en la medición del cerebro. Pero si ahora se trata de reducir el sufrimiento del enfermo del sistema nervioso, la realidad es que se nos escapa. Tenemos acumulados una enorme cantidad de ensayos fallidos en alzheimer, por ejemplo. El sistema nervioso es complicado y cambia con la enfermedad. Tenemos que definir el momento perfecto para actuar y controlar. Y es realmente difícil acotarlo. En este siglo tenemos que dar el salto y preguntarnos como prevenimos.

CODIFICAR PARA AHORRAR ENERGÍA-------------------------------------

EL CEREBRO CONSTRUYE PUENTES A TRAVÉS DEL TIEMPO

El cerebro codifica la información que relaciona un suceso con el contexto codificando la conexión entre neuronas: de esta forma asociamos un sonido o una imagen con una experiencia a lo largo del tiempo.


 COMO EL CEREBRO ENLAZA EVENTOS PARA FORMAR MEMORIA

Una investigación desarrollada en la Universidad de Columbia ha descubierto cómo el cerebro construye puentes a través del tiempo para desarrollar la memoria. El cerebro tiene la sorprendente capacidad de recordar y conectar eventos separados en el tiempo. Puede registrar un episodio y asociarlo con un ruido o una imagen. Cada vez que presenciamos ese elemento asociado, recordamos el evento. Las consecuencias de este proceso pueden ser perjudiciales para la salud, porque consolida alianzas entre sucesos y contexto que mantienen en ocasiones recuerdos traumáticos. Los científicos del Instituto Zuckerman de Columbia han descubierto un mecanismo mediante el cual el hipocampo, una región del cerebro crítica para la memoria, construye los puentes que relacionan sucesos y contexto a través del tiempo. Para conseguir esa proeza cognitiva, el hipocampo dispara estallidos de actividad que parecen aleatorios, pero de hecho forman un patrón complejo que, con el tiempo, ayuda al cerebro a aprender asociaciones. La investigación desvela los circuitos neuronales implicados en este aprendizaje asociativo y permite comprender mejor la ansiedad y los trastornos relacionados con el trauma y el estrés. El hipocampo, una pequeña región en forma de caballito de mar enterrada profundamente en el cerebro, es una sede importante para el aprendizaje y la memoria.
CEREBRO HUMANO EN ROJO
Experimentos previos en ratones mostraron que la interrupción del hipocampo deja a los animales con problemas para aprender a asociar dos eventos separados por decenas de segundos. La capacidad cerebral de asociar eventos distantes en el tiempo es esencial para la supervivencia, pero hasta ahora los mecanismos neuronales implicados en estos procesos de memoria han sido confusos. La nueva investigación, desarrollada en ratones, ha conseguido cartografiar los complejos cálculos que realiza el cerebro para vincular distintas experiencias separadas en el tiempo y archivarlas en la memoria.
Metodología
Para conseguirlo, los investigadores tomaron imágenes de partes del hipocampo de los ratones mientras estaban expuestos a dos estímulos diferentes: un sonido neutro, seguido de una pequeña pero desagradable bocanada de aire. Un retraso de quince segundos separó los dos eventos. Los científicos repitieron este experimento en varios ensayos y observaron que, con el tiempo, los ratones aprendieron a asociar el sonido neutro con la próxima bocanada de aire.
Utilizando microscopía avanzada de dos fotones e imágenes funcionales de calcio, registraron la actividad de miles de neuronas específicas del hipocampo durante el transcurso de cada prueba durante muchos días.

La información recopilada fue tratada por neurocientíficos computacionales para, mediante potentes herramientas matemáticas, analizar el enorme volumen de datos experimentales obtenidos en los ensayos.

Patrón específico
Monumento al ratón de laboratorioen Novosibirsk /Rusia
Los resultados revelan que el cerebro no mantiene una actividad permanente para vincular eventos y contexto a lo largo del tiempo.
Es decir, el lapso de segundos entre el evento y el contexto no se conserva en el recuerdo por una continua actividad neuronal para que no se pierda el vínculo.
Lo que realmente ocurre es diferente: la reacción neuronal es intermitente, casi insignificante, mientras se desarrolla la experiencia del sonido y la bocanada de aire subsiguiente. Pero lo sorprendente es que muestra un patrón. Se trata de una forma de computación mental que consigue de manera eficiente que las neuronas almacenen información. En vez de comunicarse permanentemente entre sí, las neuronas ahorran energía. Los investigadores creen que 
las neuronas consiguen mantener el recuerdo temporal codificando la información durante la sinapsis o conexión con otras neuronas.
Es como si, al informarle de un evento, las neuronas añadieran la relación que guarda con un episodio contextual, como un sonido o una imagen. Así se produce la conexión cuando lo recordamos.
Este sistema de transmisión de información es más eficiente en energía, ya que no se vale de la actividad eléctrica de las células, sino de un código que transmite junto con la información que relaciona el evento con su contexto. Ese código puede estar oculto en la intensidad de la sinapsis, sospechan los investigadores.

Aplicaciones
La investigación tiene varias aplicaciones prácticas: la primera, ya es posible cartografiar los circuitos neuronales implicados en el aprendizaje asociativo.
Este primer resultado conduce a otro: ese mapa ayuda a explorar mejor los trastornos que involucran disfunciones en la memoria asociativa, como el pánico o el trastorno postraumático. Más concretamente, ayudará a modelar algunos aspectos de lo que puede estar sucediendo en el cerebro cuando los pacientes experimentan una asociación temerosa entre dos eventos que, para otra persona, no provocarían miedo ni pánico.

FUENTES



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