La respiración nos
acompaña toda nuestra vida. Desde nuestra primera inhalación al nacer, hasta la
última exhalación al morir, renovando ese aliento vital, esencial para
poder vivir.
Respirar es algo que se hace de forma tan natural que pocas
veces se presta atención a esta vital acción. Al tomar consciencia e inhalar y
exhalar correctamente el cuerpo se beneficia porque logra un efecto relajante y
calmante, hay mejor control de las emociones y el cuerpo alcanza el equilibrio.
Los beneficios de una buena respiración
Respirar correctamente es una medicina
gratuita y cuando se hace de una manera profunda y calmada se contribuye a la
mejoría de condiciones crónicas como la ansiedad, se alivian los estados
dolorosos, disminuye el estrés, se liberan las emociones negativas como la ira
y la frustración, se ayuda a mejorar los trastornos del sueño, etc.
Es una herramienta terapéutica que en
teoría suena sencilla. Porque desde que nacemos empezamos tomando bocanadas de
aire y luego lo expulsamos, dando inicio a nuestra vida que estará llena de
respiraciones hasta el momento de nuestra muerte. ¿Hay algo más habitual,
importante y automático que tomar aire y sacarlo de nuestro interior?
Los especialistas afirman que repetimos
la acción de respirar unas veinte mil veces al día, pero en este caso, como en
otros muchos, nuestra práctica no nos hace expertos en respiración. Recordemos
que todo aquello que se vuelve repetitivo, luego se automatiza.
Respiramos de manera inconsciente y eso
ocurre gracias a que nuestro organismo es muy inteligente, pero nosotros muchas
veces olvidamos que respirar es el vínculo más urgente e inmediato que tenemos
con la vida.
La importancia de respirar
La
palabra respirar (aspirar y expeler el aire por los pulmones) proviene del
latín respirare,
compuesto con los siguientes elementos latinos: el prefijo re (reiteración)
y el verbo spirare (espíritu, ánima, aliento de
vida, inspiración, soplar).
La
respiración es vital, el oxígeno es indispensable para el ser humano. Podemos
sobrevivir sin ingerir comida sólida durante semanas o prescindir de líquidos
durante días, pero sin oxigenar nuestros tejidos moriríamos en poco tiempo.
Como
muchos dicen: “Respirar es algo automático, yo respiro todo el tiempo. No me
tengo que concentrar en algo tan básico”. Pero, ¿sabemos respirar de manera
adecuada? En realidad no sacamos el provecho suficiente al acto de respirar,
pero podemos aprender, la respiración puede ser un acto consciente y ligado a
la voluntad.
Pongamos
toda nuestra atención en los actos mismos de inspirar y exhalar. Podemos, de
manera voluntaria, tomar el aire profundamente percibiendo la forma como el
aire penetra en nuestras vías respiratorias y expande nuestro pecho y abdomen.
Si además limpiamos nuestra mente con cada respiración, y dejamos que los
pensamientos fluyan sin detenerlos, probablemente sentiremos que las preocupaciones
se desvanecen y la vida toma una pausa interesante que nos permite estar en
calma y ver las cosas sin prisas.
Reaprender a respirar
Si
observamos a un bebé descansando tranquilo en su cuna, vemos cómo infla su
abdomen al tener una respiración diafragmática (que se asocia a un estado de
relajación mental). Por el contrario, muchos adultos solo suelen emplear el
pecho, debido a que existen ciertos patrones culturales que hacen que nos
olvidemos de ese instinto y las mujeres, por ejemplo intentando meter la
barriga con muchos métodos (incluidas las famosas y opresivas fajas) para
vernos bien, de forma que la mucha gente emplea escasamente entre un 25-30%
de su capacidad pulmonar.
La vida diaria
En
un mundo lleno de prisas y carreras contra el tiempo, no es sencillo respirar
bien. Solemos hacerlo en forma superficial y hasta entramos en apnea en algunos
momentos.
La
respiración es algo que si bien todos hacemos, es realizada de manera indebida
e inconsciente tanto por adolescentes como por adultos.
Estamos
condicionados desde edades tempranas a constreñir nuestra respiración, ocultar
nuestras emociones y moderar nuestros sentimientos; y como resultado de eso,
los músculos se contraen y nuestros patrones de respiración también se
restringen. El impacto de eso en nuestra calidad de vida y bienestar global es
enorme.
Al
aprender cómo conectar conscientemente nuestra respiración y permitir que
salgan sus ritmos naturales, armoniza el cuerpo y la mente y nos ayuda a
desplegar nuestra energía de manera positiva. La manera en que respiremos puede
incidir positiva o negativamente en nuestra salud física y nuestro estado anímico
o emocional. Así que merece la pena que no permanezcamos ignorantes en algo que
puede ser crucial para nuestra existencia y desempeño.
¿Qué pasa mientras respiramos?
Cada
vez que alguien nos menciona la respiración, nos viene a la cabeza la idea de
la nariz, la tráquea y los pulmones, pero no pensamos en el músculo
diafragmático. Y, la verdad es que este músculo es muy importante para que la
función respiratoria se realice.
El
diafragma es un músculo bastante grande que tiene parecido a un domo y es el responsable
de dividir en dos partes nuestro tronco. Debajo de él se alojan el hígado,
estómago, bazo y páncreas; y sobre él están ubicados nuestros pulmones y el
corazón.
Cuando
el diafragma se eleva verticalmente, empuja el aire para que desaloje nuestro
cuerpo en la espiración (exhalación), y cuando baja se genera una succión que
permite la entrada de aire dentro de los pulmones (inhalación).
Pero
respirar no es solo meter y sacar aire. Además de permitir la entrada de aire a
los pulmones, también se produce un importante bombeo de sangre a todos los
tejidos de nuestro cuerpo. Para este trabajo, el corazón, los pulmones y el
diafragma trabajan juntos acompasada y naturalmente.
Durante
el recorrido de ida, la sangre impulsada por los movimientos del corazón va
repartiendo oxígeno a todas las estructuras del cuerpo y, a nivel de las
células, lo intercambia por anhídrido de carbono (CO2). En el recorrido de
vuelta, la sangre lleva ese CO2 a los pulmones. Allí mismo se produce un
intercambio gaseoso, oxígeno por CO2.
El
oxígeno viajará hasta el corazón para repartirse en el cuerpo y el CO2 es
eliminado del organismo mediante la espiración o exhalación. Si respiramos como
es debido, empleando el diafragma, va a entrar más oxígeno a todos nuestros
órganos y nos podremos liberar del CO2 de manera eficiente.
Beneficios de respirar bien
Hay
otros beneficios asociados con la estimulación diafragmática pues gracias al
movimiento de vaivén que se realiza, se genera un masaje rítmico de los órganos
que están debajo. Así que se mejoran los movimientos intestinales, se facilita
la digestión, se combate el estreñimiento y el malestar abdominal.
Por
otra parte recordemos que un acto respiratorio consciente y voluntario es un
importante nexo de unión entre la mente y el cuerpo. En este momento, mientras
leemos este material, fijémonos en nuestra propia respiración, miremos si con
la inspiración y exhalación cambia nuestra sensación de presión de nuestra
espalda contra el respaldo de la silla o de las nalgas sobre la superficie del
asiento (si estamos sentados) o, si estamos de pie, miremos si hay variaciones
en la manera en la que nuestro peso llega a los pies.
Si
no evidenciamos ningún movimiento, lo más seguro es que nuestra respiración
esté restringida. Esto último implica menos oxígeno dentro de nuestros tejidos.
Recordemos que sin oxígeno no hay vida. Si nuestra sangre no tiene el oxígeno
suficiente, nuestra energía estará disminuida, nuestro cerebro no trabajará
como es debido y experimentaremos problemas de salud.
El
Stanford Report publicó un artículo sobre cómo los veteranos de guerras
de Irak y Afganistán afectados de trastorno de estrés postraumático que no
hacían terapia psicológica y se refugiaban en el consumo de alcohol y otras
sustancias psicoactivas, experimentaban un importante alivio cuando ingresaban
a un programa de respiración y meditación.
¿Cómo respirar mejor?
Una
respiración más lenta y profunda es sinónimo de mejor salud y calidad de vida.
- Toma aire por la nariz y siente como va entrando a tu cuerpo.
- Siente cómo trabajan tus músculos intercostales y haz descender lentamente el diafragma. Ahora deja entrar aire en los pulmones. Hasta que el abdomen esté hinchado y la parte baja de los pulmones esté llena de aire.
- Separa las costillas, sin forzarlas mucho.
- Termina de llenar los pulmones ayudado por las clavículas (levantarlas). Durante toda la inspiración el aire debe entrar progresivamente, sin sacudidas, en flujo continuo. No debe hacerse ningún tipo de ruido al respirar. Es esencial respirar silenciosamente y tu espíritu debe estar concentrado enteramente en el acto respiratorio.
- Cuando sientas que tus pulmones están llenos de aire, espira lentamente en el orden de la inspiración, sin sacudidas ni esfuerzos. La respiración normal comienza por una espiración lenta y tranquila realizada mediante la relajación de los músculos respiratorios. El tórax se hunde por su propio peso, expulsando así el aire.
- Mete bien tu abdomen mientras haces descender el diafragma al final de la espiración. Por regla general, la espiración debe ocupar el doble del tiempo de la inspiración. Esta forma de respirar combina los tres tipos de respiración: clavicular, torácica y abdominal. No te recomiendo respirar solo con el tórax; hay que usar el diafragma simultáneamente.
- Acompaña una buena respiración con otros hábitos saludables. Evita el humo del cigarrillo y busca lugares con buenos niveles de oxígeno para moverte.
- Realiza varias inspiraciones lentas y profundas a lo largo del día; te recuperarás más rápido de la fatiga, tonificarás el cuerpo y aumentarás la energía. El control de la respiración durante el ejercicio constituye la pieza clave en métodos como pilates y yoga, que deben coordinar movimientos y respiración.
- No olvides que una buena respiración estimula el funcionamiento del corazón, equilibra el sistema endocrino, da vitalidad al sistema nervioso, fortalece los músculos y activa la función del intestino.
Las
personas que hacen deporte de alto nivel o que respiran mal envejecen antes. Y
ocurre porque, en esas dos circunstancias, se producen mayor cantidad de
radicales libres, que van deteriorando nuestro organismo. Sin embargo, se puede
aprender a respirar correctamente para que todo nuestro cuerpo –y sobre todo
nuestra piel– se beneficie de ello.
La Asociación
Canadiense de Salud Mental,
afirma que aprender a bien
beneficia la salud porque
al hacerlo profundamente proporciona más a
la y
hace que el cuerpo libere .
Asimismo, una investigación de Stanford University Medical
Center confirma que al aprender una adecuada técnica de respiración
aumenta los niveles de relajación y reduce el .
Top 7 inimaginables que ganas cuando respiras bien
1. Promueve el rejuvenecimiento. El médico Jorge
David González García, de la Academia Americana de Medicina
Antienvejecimiento, asegura que la es
uno de las acciones más fáciles de darle un mantenimiento preventivo al cuerpo.
Sin embargo, hay momentos que se olvida por
fracciones de segundo, lo que afecta a todo el cuerpo, ya que a mayor los
efectos de los radicales libres se equilibran, lo cual ayuda a atenuar el
proceso de de la .
2. Mejora la digestión. La adecuada mejora
la capacidad del cuerpo para los
alimentos porque el estómago recibe más ,
lo cual le permite trabajar mejor. Incluso, cuando la comida está más oxigenada
se digiere con mayor facilidad, la inflamación, y
gases disminuyen.
3. Control de peso. Marcelle Pick y Genevieve Morgan, autores de La dieta de equilibrio:
cuatro semanas para fomentar tu metabolismo y bajar de peso, dicen
que cuando se logra una profunda respiración el mejora, lo que favorece la eliminación de .
Asimismo, el International Journal
of Yoga afirma que con una adecuada técnica de
respiración se queman mayor cantidad de .
4. Controla los impulsos. Un estudio publicado en el Journal of Adolescent Health, confirma cuando se respira profundamente hay mejor
control de los impulsos. Al tomar respiros hay tiempo para detectar qué provoca
esta reacción y la posibilidad de responder de forma más calmada.
5. Oxigena el cerebro. Un estudio de Harvard Medical School afirma que el
cerebro necesita oxígeno para funcionar, y éste llega a tu cerebro a través de
la sangre, por lo que la práctica de profundas inhalaciones y exhalaciones
aumenta el suministro de pequeños vasos sanguíneos que llevan sangre rica en
oxígeno a esta parte del cuerpo.
6. Estimula la circulación
sanguínea. Con una adecuada respiración, los órganos del
cuerpo reciben mayor oxígeno, esto estimula el sistema
nervioso funcione bien.
7. Reduce el estrés. Una correcta respiración es la mejor técnica de
relajación. Un estudio de la Loughborough
University y el Imperial College London afirman que hay indicadores que se reflejan en
el aliento, útiles para medir los niveles de tensión de una persona.
Aprendamos
a respirar correctamente; la recompensa será maravillosa durante nuestro proceso de ENVEJECIMIENTO INTELIGENTE.
Fuentes:
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