Como ya hemos visto en la primera parte, la glucosa se mide
con un glucómetro que nos señala cuales son los niveles de azúcar que tenemos
en sangre, siendo fundamental para que los diabéticos puedan controlar su glucosa. Pero también hemos comentado que es muy recomendable para
los no diabéticos, porque les permite saber cómo está reaccionando su
cuerpo ante los diferentes alimentos que se ingieren. Saber cuáles son aquellos que nos
perjudican al dispararnos la glucosa por encima de las cifras aconsejables, es un valor añadido al conocimiento, que nos ayudará a mantenernos lejos tanto de la obesidad como de la diabetes.
Para que los órganos del cuerpo comiencen a dañarse, la
glucosa tiene que superar los 130 mg/dl, cuánto más alta esté, mayor será su destrucción.
Los niveles excesivamente altos de glucosa produce obesidad en la población, con el
peligro de causar ceguera, amputaciones, enfermedades asociadas (daño renal,
problemas cardiovasculares), etc. como ya hemos señalado en a primera parte.
Ahora, nos preguntamos
¿PORQUE SUBE LA GLUCOSA POR ARRIBA DE 130 MG/DL Y DESTRUYE LA SALUD?
Es por el exceso de carbohidratos refinados, es decir exceso de alimentos tipo E, que son los que Engordan, que son los Enemigos de la diabetes (pastas, azúcar, helados, bizcochos, pizzas, chocolates, etc.)
No importa el nombre que le demos a estos alimentos o su elaboración, lo importante es que a todos ellos, el cuerpo los convierte en glucosa. Todos los dulces, almidones,
harinas, son carbohidratos refinados y automáticamente el organismo los transforma
en glucosa, y en niveles excesivamente altos nos perjudican profundamente, abriendo
la puerta en principio a dos enfermedades, la obesidad y la diabetes.
Ahora pensemos, si ya se conoce todo esto, por lógica el
énfasis debería estar puesto en controlar los niveles de glucosa a través de la educación, tanto del paciente diabético, como de la población en general. Enseñar cómo la alimentación que se consume puede mejorar o
empeorar su salud, su diabetes, su futuro y su vida.
Es decir, la ciencia conoce muy bien los peligros del
consumo de carbohidratos en exceso, pero no actúa en consecuencia, mira por otro
lado, ¿por conveniencia?
Eso parece, ya
que no se explica públicamente y con énfasis los riesgos de comer en demasía estos
alimentos Tipo E.
Deberían realizarse charlas desde los colegios, para motivar
la responsabilidad sobre el propio cuerpo desde pequeños, hasta campañas de
propaganda televisivas, con fuerte presencia en las redes sociales.
Pero no existe un auténtico compromiso desde el estado, para promulgar políticas públicas que mejoren la salud de los ciudadanos a través de la enseñanza, ni de los políticos ejercer un amplio debate que ayude a formar conciencia en la población... negligencia o complicidad?
Solo se observan algunos comentarios y publicaciones muy esporádicas y poco contundentes, que no sirven para crear conciencia.
Solo se observan algunos comentarios y publicaciones muy esporádicas y poco contundentes, que no sirven para crear conciencia.
Sin embargo continuamos viendo como las grandes corporaciones alimenticias no pierden el tiempo, y realizan publicidades en su beneficio, donde muestran las virtudes de estos alimentos e incitan el
consumo, sin la advertencia del peligro que tiene su ingesta en exceso, no solo en los diabéticos sino en todas las personas.
Quizás, también conviene que no estemos del todo sanos, porque
eso no sería un buen negocio para la venta de medicamentos. Ya sabemos el poder
de las farmacéuticas y el lobby que ejercen al influir de una forma tendenciosa,
en las valoraciones de algunos líderes de opinión en medicina.
Sigamos…
Cada alimento produce una determinada cantidad de
glucosa, cuanto más glucosa, el páncreas más insulina genera. Es por esa razón
que para poder controlar la obesidad y la diabetes, hay que lograr que el páncreas
elabore la menor cantidad de insulina posible, de otra manera, no se va a poder
controlar ni el peso, ni el azúcar en sangre.
O sea, la clave está en saber cuáles son alimentos que producen
mucha insulina y cuáles son los que producen poca insulina.
Para esclarecer esta clave, Frank Suárez, especialista en
Metabolismo, ideó una tabla, donde incluye a los alimentos dividiéndolos en 2 clases.
A los que producen poca insulina los llama Tipo A
y a los que producen mucha
insulina Tipo E
Es una forma sencilla que nos permite conocer a los
alimentos que su ingesta en exceso puede perjudicar nuestra salud. Si
controlamos su consumo, los niveles de insulina irán bajando, se podrán reducir
los medicamentos y ganar en salud.
Catalogándolos de esta forma es muy fácil a la
hora de tomar decisiones sobre qué comer, y así preparar platos sabrosos, sanos y equilibrados, sin
ser presa de los laboratorios farmacéuticos.
Fuentes:
MetabolismoTV
El poder del metabolismo
Diabetes sin problemas
¿HAY UNA FORMA DE CONTROLAR
EL EXCESO DE GLUCOSA MIENTRAS SE COME DE FORMA CORRECTA,
sin contar calorías, sin pasar hambre, consumiendo
lo que nos gusta y que no vaya a requerir más insulina, más metformina, y
tampoco poner en riesgo la salud?
Si, con la dieta 3x1, que más que una dieta es un estilo
de vida. Esta forma de consumir los alimentos está explicada con más detalle en el libro "Diabetes sin problema", en el cual las afirmaciones vertidas por Frank Suárez, experto en metabolismo, se basan
en investigaciones recopiladas que están sustentadas con 878
referencias clínicas, que avalan su trabajo científicamente.
Fuentes:
MetabolismoTV
El poder del metabolismo
Diabetes sin problemas
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