martes, 7 de julio de 2020

SEXTA GENERACIÓN: RED GERONTOLOGICA INTEGRADA Y MULTIASISTENCIAL. REFLEXIÓN


Red Gerontológica
Integrada y
Multiasistencial

La importancia de un lenguaje en constante evolución

Cada palabra que hemos internalizado, cuando la leemos, la oímos o la pronunciamos, nos afecta, proyecta simultáneamente en nuestro cerebro una imagen, una emoción, originando un pensamiento, una idea, una intención, que desencadena en una reflexión, acción o reacción.
Recientes estudios de campo como la neurociencia o las teorías del lenguaje positivo, han demostrado que la influencia del lenguaje, no sólo afecta nuestra forma de vivir, sentir o afrontar la vida, sino que también afecta nuestra salud y nuestra longevidad.
Las lenguas están tan vivas como las personas, evolucionan como las sociedades, surgen nuevas palabras, otras se van reacomodando, y otras caen en desuso. Todos podemos influir en esas transformaciones, y es mi humilde objetivo readaptar el concepto (en esta ocasión) de la palabra Gerontología.
Según Wikipedia, la Gerontología (del griego Geron, «hombre viejo» y logos, «estudio», «tratado») es la ciencia que se dedica a estudiar los diversos aspectos de la vejez y el envejecimiento de una población.
Si partimos de la etimología, que es el origen o el procedimiento de una palabra, explicaría su significado actual, pero no olvidemos que la palabra Gerontología nació del idioma griego antiguo, y no creo que Heráclito se ofenda por ampliarla y actualizarla.
El conocimiento sobre la evolución humana se ha transformado y la palabra que está viva, pide a gritos ese cambio evolutivo.
En la actualidad sabemos que el envejecimiento humano es un proceso que dura todo nuestro ciclo vital.
Por esa razón, la palabra Gerontología tendría que reformularse como “la ciencia que estudia el proceso evolutivo del envejecimiento del ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte, abarcando todas sus áreas de intervención y sus dimensiones, con el fin de alcanzar el bienestar vital”.

EVOLUCIÓN DE LOS MODELOS RESIDENCIALES 
PARA PERSONAS MAYORES

A partir de un artículo del sociólogo Miguel Montero, incluido en el libro “Innovaciones en Residencias para personas en situación de dependencia. Diseño arquitectónico y modelo de atención” sobre el caso alemán, este artículo se propone esbozar los distintos modelos residenciales que se han ido sucediendo a lo largo del último medio siglo.

Montero menciona allí un interesante documento elaborado por la KDA (Kuratorium Deutsche Altershilfe) que plantea, para Alemania, una cronología en absoluto trasladable a España. Pero sí lo es, la sucesión de modelos que hemos ido adoptando aquí con décadas de retraso. Es muy ilustrativo, y muestra cuatro modelos, correspondientes a cuatro “generaciones”. Miguel Montero los describe así:



·        1ª Generación. Modelo institucionalizante – asilo (Alemania, 1940-60)
·        La persona es cuidada como “acogida”
·        Se emplean recursos escasos en su atención
·        Las habitaciones son compartidas, con baños comunes
·        13m2 por persona.

·        2ª Generación. Modelo hospital (Alemania, 1960-70)
·        La persona es cuidada como “paciente”
·        Especial atención solo en la técnica geriátrica y no como una integridad gerontológica
·        Espacios comunes centralizados
·        Atención reactiva, con externalización de la rehabilitación
·        28,5m2/persona

·        3ª Generación. Modelo residencia (Alemania, años 1980)
·        Visión integral de la persona
·       Modelo de atención centrado en las competencias (no en los déficits)
·        Autonomía, individualidad, atención activadora
·        Espacio individuales de “vivienda”, con baño propio
·        Espacios comunes descentralizados
·        Agrupaciones de 20 a 40 personas
·       Alternativas: centros de día/noche, viviendas tuteladas, servicio de atención a domicilio (SAD)
·        38,8m2 / persona

·        4ª Generación. Modelo familia (Alemania 1990-2000)
·        Centrado en la persona
·        Atención integral, centrada en la historia de vida
·        Personal especializado con presencia continua
·        No hay separación entre cuidados, tareas domésticas y asistencia social
·        No hay sistemas centralizados de atención (ej. cocinas)
·        Agrupaciones de 8-12 personas
·        Alternativas: pisos compartidos, proyectos de barrio (se desplaza la atención, no la persona)
·        40m2 / persona

En España conviven en la actualidad residencias de 2ª y 3ª generación. Y desde hace algunos años se comenzó a implantar, complejos residenciales de 4ª generación, con “unidades de convivencia” y atención centrada en la persona tal y como se describe más arriba. 

QUINTA generación: autonomía personal con inclusión en la comunidad
El documento mencionado de la KDA plantea una 5ª generación para las viviendas que esta entidad promueve, en Alemania, que denominan “proyectos de distrito” (quartierskonzept). El nuevo modelo asume los logros del modelo familia y añade tres importantes principios: vida íntimavida comunitariavida pública. Se trata de potenciar la individualidad, pero también la apertura a una comunidad más amplia. Las claves para ello son:
·        Apartamentos en lugar de habitaciones (es decir, con cocina individual)
·        Residencia como “centro comunitario” que participan en la vida social del barrio o la ciudad.

La “5ª generación” se expresan en nuestro país con propuestas que incluyen atención integral centrada en la persona, ya sean jubilares (con iniciativa y autogestión de los propios interesados), o apartamentos con servicios (promovidos por un tercero), algunas viviendas con este tipo de atención (ej Etxean Ondo Domicilios), pisos compartidos intergeneracionales con estudiantes y atención a domicilio, etc. siempre que prevean a su vez una relación de inclusión en una comunidad más amplia. En este sentido, nos encontramos hoy en un momento en el que la apuesta más ambiciosa pasa por un modelo en el que la integración de “cuidados, tareas domésticas y asistencia social” (4ª generación) trasciende las paredes del complejo residencial.
El modelo asistencial, en esta 5ª generación, se completa con una mejora de los sistemas de atención a domicilio, con propuestas de participación ciudadana, de mejora de los entornos de barrio y ciudad (ej. proyecto de Ciudades Amigables con las Personas Mayores.).
La Unión Europea apuesta en la actualidad por una transición que va desde la atención institucional, a los cuidados basados en la comunidad. Creemos que es la opción más coherente con esta idea, y el mayoritario deseo de permanecer en el hogar será la paulatina transformación de comunidades de barrio, a entornos donde envejecer en casa estén verdaderamente incluidos en la comunidad.

Los miembros de Inclusion International definen “institución” como el “lugar donde la gente que ha sido etiquetada con discapacidad intelectual es aislada, segregada y/o congregada. Una institución es un lugar donde la gente no tiene o no se le permite ejercer el control sobre sus vidas y las decisiones del día a día. Una institución no es definida meramente por su tamaño”.
El fenómeno es más frecuente de lo que parece, y alcanza a muchos colectivos. En realidad es fácil de detectar, la persona “institucionalizada” termina por aceptar las normas que se le imponen sin cuestionarlas, olvidando sus preferencias personales o la mera intención de decidir algo por ella misma. La persona es forzada a adaptarse a las normas de la institución, que a menudo sólo tienen motivos administrativos o de organización, cuando debería ser la institución la que, con mecanismos más flexibles, fuese capaz de adaptarse a cada persona, para poder proveerle de servicios y atenciones respetando su autonomía. (*)

Consolidando el futuro del Envejecimiento Inteligente en

las DIMENSIONES de la PERSONA 
como DERECHO SUPREMO

SEXTA GENERACION: RED GERONTOLÓGICA
INTEGRADA Y MULTIASISTENCIAL


Visualizo la SEXTA Generación desde una perspectiva global. 
Como ya hemos dicho, el envejecimiento es un proceso que transcurre a lo largo de nuestro ciclo vital, y obviamente involucra a la totalidad de los integrantes de la sociedad, sin importar sexo, edad, etnia, o cualquier otra condición.
A su vez, todos los sectores que componen la comunidad, como el educativo, sanitario, cultural, laboral, arquitectónico, comunicacional, etc., deben comprometerse para que desde su área de competencia, faciliten los conocimientos, instrumentos necesarios y herramientas de ultima generación, para que cada ser humano desde niño, pueda transcurrir su proceso del envejecimiento de forma exitosa, haciendo hincapié especialmente en las personas muy vulnerables. 
Acciones responsables como sociedad en general, y como personas en particular, nos ayudará a alcanzar una calidad de vida plena, sin que ninguno de nuestros DERECHOS sean transgredidos, respetando todas nuestras dimensiones, principalmente la LIBERTAD de movimiento, de expresión  y de elección. 

De este deseo surge lo que decidí en llamar la SEXTA GENERACION una Red Gerontológica Integrada y Multiasistencial. 
Integrada, porque se sustenta en la sinergia de una sociedad donde priman las relaciones intergeneracionales, una sociedad donde cada uno de nosotros desde su saber, tiene mucho que aportar para la sustentabilidad y el beneficio de todos. 
Multiasistencial porque reúne diferentes áreas de intervención; sociosanitaria, habitabilidad, emocional, recreativa, espiritual, asistencia jurídica, económica, etc., basando sus cimientos fundamentalmente en cuatro pilares, el CONOCIMIENTO, la PROTECCIÓN, la PREVENCIÓN y el BIENESTAR
Como ya he mencionado anteriormente una de las áreas de la Red Gerontológica Integrada y Multiasistencial,  es la vivienda  y las condiciones de habitabilidad.

Ahora...
partiendo de la Quinta Generación, donde se apunta a la autonomía con inclusión social, cuyas propuestas incluyen apartamentos o viviendas con servicios, pisos compartidos intergeneracionales y el SAD Servicio de atención domiciliario, que se refiere a la  prestación que se otorga a aquellas personas que quieren permanecer en su hogar; la Sexta Generación agrega otra propuesta, el Complejo Comunitario Intergeracional, pensado para satisfacer a aquellas personas mayores y/o con capacidades diferentes, o personas de cualquier edad, que no desean vivir solas, no pueden hacerlo, o simplemente quieren alejarse definitiva o temporalmente de la complejidad de las grandes urbes, prefiriendo permanecer en espacios tranquilos, comunitarios, rodeados de naturaleza, integrando, compartiendo y enriqueciendo su vida en una comunidad de diversidad generacional, pero con la expectativa de que esos lugares estén preparados para ofrecerles una atención de excelencia, cubriendo todas sus necesidades dimensionales, sin vulnerar su dignidad e integridad como personas. 

Complejo Comunitario Intergeneracional de SEXTA Generación

Por eso debemos reformular los centros comunitarios, donde el deseo de las personas de poder vivir integrado y dignamente en un espacio multiasistido por una Red Gerontológica sea una realidad, garantizando todos sus derechos, libertades, brindando atención y cuidado en todas las dimensiones humanas, y ahora más que nunca con una protección sanitaria de aislamiento ante cualquier situación de enfermedad, de epidemia o de pandemia. 

Reflexiones libres. Hechos sagrados.

Lamentablemente en la actualidad la expectativa de una atención de excelencia no esta siendo cubierta como realmente se debiera (*)

Muchos factores influyen en esa carencia. Según las autoridades, por un lado la falta de presupuesto, y por el otro la ausencia de personal cualificado (de eso doy fe). En ambos casos, muy fácil de solucionar si hubiera una autentica decisión política para hacerlo. De todos modos sus argumentos dejan mucho que desear, y sin discusión, la responsabilidad de las decisiones evaluadas de manera incorrectas y sus consecuencias, pasan por una corporativa casta política que no da la talla, sumada a una gestión improvisada de los gobernantes, que no están formados para la función.
Hace muchos años que, como personal sanitario, asisto a personas mayores en residencias tanto privadas como públicas. Los vaivenes producidos por una de las mayores crisis globales sobre salud que el mundo está atravesando, me llevaron a trabajar durante la pandemia del SARS-Cov2 (Marzo/Abril 2020) en una residencia del Instituto Foral de Bienestar Social de la ciudad de Vitoria, España, que se acondicionó para recibir a pacientes enfermos de COVID19 enviados de diferentes instituciones y hospitales, para ser atendidos durante el proceso de su enfermedad.
Personalmente fue una experiencia extraordinaria y a la vez enriquecedora, vivida y sufrida desde la primera fila, que me ayudo a confirmar la visión que ya tenía sobre la atención mediocre a la que se esta sometiendo a las personas mayores, no solo en residencias sino también en hospitales. Donde priman los protocolos rígidos del siglo pasado, que obedecen estrictamente a una gestión institucional arcaica y obsoleta, olvidándose de plano del verdadero rol del cuidar y atender a una persona, que es respetar sus tiempos, preferencia, deseos y autonomía.
Sabíamos que, si algún patógeno agresivo se hacía hueco entre los residentes, iba a causar lo que ya hemos visto, y desgraciadamente padecido, debido al asinamiento y a la cuestionable organización que existe en los geriátricos y residencias, especialmente las privadas
Quiero aclarar, que la edad por sí sola no es un factor de riesgo, ni los años son sinónimo de enfermedad, ni se es más vulnerable por esa razón. Pero si lo es como se gestionan, las comorbilidades que conviven con personas de cualquier edad, sumado a la iatrogenia a la que muchas personas mayores están expuestas a causa de la polimedicación, provoca que los adultos tengan más posibilidades de transitar, si se contagian la enfermedad, con mayor riesgo de vida.
Hay que hacer una reforma sanitaria total desde lo edilicio y fundamentalmente teniendo personal con formación gerontológica y geriátrica, no solo como auxiliares de enfermería que hacen lo que pueden, sino con profesionales que sepan lo que hacen.
La responsabilidad de ahora en más, es nuestra. La sociedad no puede permitir que los políticos sigan con un relato que insulta nuestra inteligencia sobre la buena sanidad de la cual gozamos, cuando los hechos demuestran que, sí, hacen lo que mejor saben, NADA.
Ya no vale que nos desgarremos las vestiduras diciendo cómo pudo haber pasado. Este patógeno dejó en evidencia la fragilidad del sistema sanitario, que además de desnudar la poca inversión en salud que existe, le quitó la careta y dejo en evidencia que todo es un maquillaje y que no hay cambios profundos en todo lo que concierne a la salud de la sociedad.
No seamos hipócritas, maduremos y dejemos los parches de lado, exijamos e imitemos a países que cuidan con excelencia a los mayores, no olvidemos lo que pasamos, aprendamos la lección para que no nos vuelva a encontrar desarmados, porque volverá a suceder. Miremos al futuro e invirtamos en salud YA, es decir en VIDA, y sobre todo, escuchemos a las personas formadas y cualificadas, porque las próximas generaciones de mayores serán muy exigentes y ya no se quedarán con los brazos cruzados. 

Cambiemos las manos que aplaudían
en voces que reclamen, porque volverá a ocurrir,
y ya no tendremos excusas







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