Continuando con la entrega anterior sobre Etica
y Moral, en esta oportunidad vamos a incur-sionar y profun-dizar sobre
nues-tra Responsabili-dad Moral en los actos que ejer-cemos
como seres morales.
Recordemos que el acto moral es el
proceso mediante el cual un individuo realiza un comportamiento que puede ser
valorado moralmente como bueno o malo, debido o indebido. Las dos condiciones
indispensables en todo acto moral son, la libertad y la conciencia. La libertad
como acto que se realiza voluntariamente y por sí mismo, es decir, sin estar bajo coacción interna o externa y la
conciencia, saber lo que se está haciendo, tener conocimiento del hecho.
ACTO MORAL
Para que se produzca un acto moral
tienen que existir varios elementos.
- Un sujeto moral, un individuo real dotado de conciencia moral, ubicado en tiempo y espacio.
- El motivo o la intención que lo conduce a actuar o perseguir determinado fin, bueno o malo.
- La anticipación ideal del resultado, que orienta el acto moral del sujeto, es la conciencia del fin que se persigue, ya que el sujeto moral tiene la capacidad de sopesar los alcances, consecuencias y secuelas de su acto moral y actuar según considera conveniente.
- La elección como paso previo a la decisión, implica una elección entre varios fines posibles.
- Los medios para alcanzar el fin escogido por el sujeto, deben ser tan morales como los fines. Algunos filósofos no coinciden con esta premisa.
El acto moral se consuma en:
Las circunstancias, que son las diversas situaciones que rodean al acto moral.
La decisión, que es la capacidad que tiene el sujeto para actuar por sí mismo, de acuerdo con lo que cree que es la mejor alternativa.
De esta forma el acto moral adquiere un carácter autónomo y
voluntario, ya que la decisión se convierte en responsabilidad del sujeto.
La responsabilidad moral, es la
capacidad y la obligación moral que tenemos las personas de responder
plenamente por los actos realizados, siempre y cuando tengan su origen en un
comportamiento libre y consciente. La
obligación moral y la realización del acto moral, no pueden ser realizadas sin
presuponer la libertad. Si no es factible hablar de libertad, entonces la moral
queda anulada; la libertad es la condición de posibilidad de la ética.
Todo
acto para que se considere libre debe cubrir dos condiciones: conocimiento y
consentimiento. Cuando un acto cubre estas dos condiciones éste puede ser
considerado como responsable ya que la persona lo ha elegido como una opción
ante una situación determinada.
Sin
embargo, no todos nuestros actos son igualmente libres, ni somos igualmente
responsables de todo lo que hacemos; si faltara el conocimiento y/o el
consentimiento, esto podría disminuir nuestra responsabilidad.
Si faltaran ambos, la responsabilidad sería eliminada.
Existen
algunos factores que pueden disminuir o limitar nuestra libertad y por
consecuencia disminuir o eliminar nuestra responsabilidad.
La responsabilidad moral requiere, la ausencia
de coacción exterior o interior, o bien, la posibilidad
de resistir en mayor o menor grado a ella. Es la posibilidad de decidir y
actuar venciendo la coacción exterior o interior.
Por
un lado, la responsabilidad moral requiere la posibilidad de decidir y actuar
libremente, y, por otro, formamos parte de un mundo causalmente determinado.
Entonces el problema de la responsabilidad moral depende, en su solución, del
problema de las relaciones entre necesidad y libertad, entre la determinación
causal de la conducta humana y la libertad de la voluntad.
Pero
también la responsabilidad moral está ligada
íntimamente al concepto de conciencia moral. En virtud de la conciencia moral
somos capaces de dictaminar acerca del valor moral de una acción.
La conciencia moral manda de modo absoluto, el mandato de la conciencia no está condicionado por las circunstancias. Puede suceder que uno no cumpla con su deber, pero eso no le quita autoridad al mandato absoluto. El deber no supone conveniencias, satisfacciones o estrategias, es un fin en sí mismo. La conciencia moral es privativa del hombre. El animal está determinado por su naturaleza y su comportamiento meramente instintivo; en cambio, la conducta humana no está determinada por fuerzas ciegas, que actúan de la forma ineludible.
La conciencia moral manda de modo absoluto, el mandato de la conciencia no está condicionado por las circunstancias. Puede suceder que uno no cumpla con su deber, pero eso no le quita autoridad al mandato absoluto. El deber no supone conveniencias, satisfacciones o estrategias, es un fin en sí mismo. La conciencia moral es privativa del hombre. El animal está determinado por su naturaleza y su comportamiento meramente instintivo; en cambio, la conducta humana no está determinada por fuerzas ciegas, que actúan de la forma ineludible.
La conducta del hombre,
tanto si está de acuerdo como si está en contra de las exigencias de su
verdadero ser, depende de la intervención de su razón, de su autodeterminación.
Esta disposición a la autodeterminación propia de la naturaleza del hombre es
el fundamento de la responsabilidad, de la conducta humana y del nacimiento del
fenómeno de la moralidad en el hombre.
Sin abordar el problema de las relaciones
entre necesidad y libertad, de libertad y voluntad, no se pueden resolver los
problemas éticos fundamentales, y especialmente el de la responsabilidad moral.
El determinismo absoluto
Al
hablar de determinación causal nos referimos al conjunto de circunstancias de
determinan el comportamiento de una persona, se rechaza la existencia de la
libertad.
Tesis
central del planteo: todo se halla causado, no hay libertad humana, no hay
responsabilidad moral.
Critica:
el hombre no es un juguete, toma conciencia de las circunstancias, decide, lo
pone en práctica y se convierte, se reobra sobre las condiciones dadas.
El libertarismo absoluto
Al
contrario de la anterior, rechaza que la persona se halle determinada
casualmente, desde fuera o desde dentro. La libertad se presenta como una
experiencia inmediata o como convicción que no puede ser destruida ni
influenciada por las circunstancias.
Tesis
central del planteo: Hay una autodeterminación, la libertad es absoluta, no hay
determinación exterior.
Critica:
no soy responsable, porque no hay causas o razones, actúo porque si, si hubiera
causas no sería libre.
Dialéctica de la libertad y de la necesidad
Para
que pueda hablarse de responsabilidad, es necesario que el sujeto cuente con
libertad de decisión y acción, es decir, que intervenga conscientemente en su
realización. Pero, a su vez para que luego justifique su comportamiento, es
preciso que ése se halle condicionado por causas, es decir, que actúe conforme
a razones. Entonces: libertad y necesidad no se excluyen.
CONDICIONES DE
RESPONSABILIDAD MORAL
Los
actos propiamente morales son aquellos en que atribuimos una responsabilidad no
solo por lo que se propuso realizar, sino por las consecuencias de su acción.
La ignorancia y la
responsabilidad moral
La
ignorancia de las circunstancias, naturaleza o consecuencia de los actos
humanos, permite eximir al individuo de su responsabilidad personal, pero esa
exención solo estará justificada, a su vez, cuando el individuo en cuestión no
sea responsable de su propia ignorancia, es decir, cuando se encuentre en la imposibilidad
subjetiva (por razones personales), u objetiva (por razones históricas y
sociales) de ser consciente de su propio acto.
La
coacción exterior puede eximir al agente en determinadas situaciones, de la
responsabilidad moral de los actos, que si bien se presentan como suyos, no lo
son en realidad, ya que tienen su causa fuera de él.
Coacción interna y
responsabilidad moral
En
términos generales, el hombre solo puede ser moralmente responsable de los
actos cuya naturaleza conoce y cuyas consecuencias puede prever, así como de
aquellos que por realizarse en ausencia de coacción externa, se hallan bajo su
dominio y control.
Las
personas “normales” no actúan en general bajo una coacción interna
irresistible, aunque es indudable que se encuentran siempre bajo una coacción
interna relativa (deseos, pasiones, impulsos) pero no es tan poderosa como para
anular la voluntad del agente e impedirle una opción de contraer una
responsabilidad moral en mantener cierto dominio y control sobre sus propios
actos.
Responsabilidad moral
y libertad
La
responsabilidad moral presupone, la posibilidad de decidir y actuar venciendo
la coacción exterior o interior. Pero aunque el sujeto pueda actuar libremente
en ausencia de coacción, siempre está sujeto a causas que determinan su acción.
Solo hay responsabilidad moral, si hay libertad. El problema de la
responsabilidad moral depende, en su solución, del problema de las relaciones
entre necesidad y libertad, es decir, entre la determinación causal de la
conducta humana y la libertad de la voluntad.
RESPONSABILIDAD
MORAL. EL PRINCIPIO DEL VOLUNTARIO INDIRECTO
Cuando
de una acción se siguen dos efectos, uno bueno y otro malo, es lícito realizar
dicha acción.
Santo
Tomás, sostenía, “nada se opone a que una acción tenga dos efectos, de los que
uno es el intentado y el otro queda afuera de la intención. Pues las acciones
morales reciben su carácter de buenas o malas, de lo que está en la intención y
no de lo que es ajeno a ella, ya que esto es lo accidental”.
Desde
la Etica permitir un acto malo sin intención solo puede darse bajo ciertas
condiciones:
- Que la acción sea en sí buena, o por lo menos indiferente.
- Que el efecto malo no sea buscado, ni haya intención.
- Que el efecto bueno no dependa del malo, a lo sumo deben darse los dos simultáneamente.
- Que el daño producido por el efecto malo no sea mayor que el bien pretendido.
VALORES
El
acto moral es elegir entre varios actos posibles. Tener que elegir es preferir
lo más valioso moralmente. El comportamiento moral está en nuestra vida
cotidiana, es valioso, es decir tiene valor para nosotros. Tiene un contenido
axiológico, la conducta puede ser buena, positiva o mala, negativa, desde el
punto de vista moral. Lo valoramos o juzgamos como tal, en términos axiológicos.
Tanto
las cosas que el hombre no ha creado (naturaleza) como los actos humanos, a los
productos de la actividad humana, tienen valor para nosotros.
Definición de Axiológico
Los valores son una cuestión ciertamente importante en la vida de
las personas y en el funcionamiento conforme de una sociedad también. Lo que está bien o lo
que está considerado como malo o pernicioso son cuestiones que las personas
debemos conocer para saber cómo comportarnos y de este modo evitar conductas
que sean castigadas de algún modo por la comunidad en la cual vivimos.
La axiología es un desprendimiento de la filosofía, una rama
de ella, que se ocupa de reflexionar, estudiar la naturaleza de los valores,
especialmente los valores de tipo moral y los
juicios de valoración que se generan en un individuo al respecto de los mismos.
Cabe destacarse que la axiología debe abordar de igual
modo tanto los valores positivos como negativos porque justamente de ese
análisis se podrá determinar la valía o no de algo y se podrá
considerar una realidad como ideal frente a otra que propone lo opuesto, tal es
el caso del amor frente al odio, la justicia, frente a la injusticia, la paz contra la guerra, entre otros.
La estructuración de valores que una persona tiene es
la que en definitiva delinea su personalidad,
sus decisiones y la manera en la cual aprecia la vida.
Que son los valores
En
primer lugar es el valor que atribuimos a las cosas u objetos. Con tal fin de
esclarecer su esencia el valor de las cosas tiene 2 modos de existencia, su
estado natural: por ej. la plata natural, o como material trabajado por el
hombre (anillo, etc.)
Hay
una doble existencia de la plata a) objeto natural, b) objeto natural
humanizado.
Como
objeto natural tiene determinadas propiedades físicas y químicas, es la relación
que mantiene con el hombre de ciencia que investiga su estructura y propiedad
esenciales. Como objeto humano (producido por el hombre), la plata trasciende
como objeto natural, adquiere una serie de propiedades nuevas (estéticas,
practico-utilitario, económicos). Entonces tenemos que la plata posee
propiedades naturales del objeto, y otros valiosos que se dan cuando interviene
el hombre. Los naturales son independientes, pero las propiedades valiosas solo
existen sobre la base de las naturales, que constituyen el soporte necesario de
ellas (belleza, utilidad, económico). Esas propiedades también pueden llamarse
humanas porque las posee en su relación el hombre. Vale no como objeto en sí,
sino para el hombre.
Qué son los valores morales
Como valores morales se
conoce el conjunto de normas y costumbres
que son transmitidas por la sociedad al individuo y que
representan la forma buena o correcta de actuar. En este
sentido, los valores morales nos permiten diferenciar entre lo
bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto. Como tal, los
valores morales son introducidos desde la temprana infancia por los padres o
las figuras de autoridad, para luego, en la etapa escolar, ser reforzados por
los maestros o profesores. Muchos de
ellos también vienen determinados por la religión que practicamos y otros
tantos están tan arraigados en nuestras sociedades que su violación puede
conducir, incluso, a sanciones legales.
Valores
morales son, por ejemplo, la honestidad, el respeto, la gratitud, la lealtad,
la tolerancia, la solidaridad, la generosidad, la amistad, la bondad y la
humildad, entre otros.
Existen,
asimismo, ciertas escalas jerárquicas entre los valores morales que, en medio
de un conflicto, nos obligan a priorizar unos sobre otros.
Por ejemplo,
la lealtad es
fundamental en una amistad, pero si un amigo ha cometido un delito y la policía
nos interroga, lo correcto sería que privilegiáramos el valor de la honestidad por
encima de nuestra lealtad.
Relación entre los valores y el ser humano
El
hombre puede mantener diversas relaciones con los valores, produciendo los bienes
en que se encarna (obras de arte, objetos útiles, actos buenos, actos jurídicos).
La relación entre los hombres y los valores puede variar a través de la historia. Los valores existen de forma intemporal.
Los valores
existen para un sujeto, entendido éste no en un sentido individual, sino como
ser social, exigen, asimismo un sustrato material, sensible, separado del cual
carece de sentido, Es el hombre, como ser histórico-social, y con su actividad
práctica, el que crea los valores y los bienes en que se encarnan, y al margen
de los cuales sólo existen como proyectos u objetos ideales. Lo valores son
creaciones humanas y sólo existen y se realizan en el hombre y por el hombre.
Las cosas no creadas por el hombre (los seres naturales) sólo adquieren un
valor al entrar en una relación peculiar con él, al integrarse en su mundo como
cosas humanas o humanizadas. Sus propiedades naturales, objetivas, sólo se
vuelven valiosas cuando sirven a fines o necesidades de los hombres y cuando
adquieren el modo de ser peculiar de un objeto natural humano. Los valores, no existen en sí por sí, al margen de los
objetos reales, ni tampoco al margen de la relación con un sujeto, existen
objetivamente, es decir, con un objetividad social, Los valores, únicamente se
dan en un mundo social, por y para el hombre.
MI RESPONSABILIDAD DESDE LA CIBERGERONTOLOGIA...
para la sociedad en general…
- transmitir el nuevo desafío que se está produciendo en la sociedad, ese cambio de paradigma tan profundo sobre el envejecimiento humano.
- conscientizar que la prolongación de la vida se puede alcanzar de una manera exitosa y feliz, depende de cada uno que sea sin prejuicios y sin deterioro, ya que el declive tanto físico como cerebral no es inevitable.
- acompañar ese proceso desde el conocimiento, divulgando acontecimientos, noticias, investigaciones independientes, que conformen una información real, verídica, analizada y sustentada desde fuentes creíbles, destinada a que vivamos cada etapa de la vida como un proceso de envejecimiento digno y saludable.
- enseñar a los niños desde muy pequeños, y mejor en el ámbito escolar, a naturalizar de forma consciente que este proceso de envejecimiento tan heterogéneo. es además, su proceso de vida único e intransferible. De que son responsables de sus actos.
para los adultos mayores en particular...
- planificar, diseñar, ejecutar y realizar el seguimiento de programas de atención gerontológica de una manera integral (biopsicosocial) y personalizada, enfocados en lograr un envejecimiento activo y saludable, donde se abarquen aspectos como la prevención, salud, educación, recreación, rehabilitación psicosocial, integración social, económica y espiritual.
- educar sobre su propio proceso de envejecimiento, para que se den cuenta de la necesidad de un cambio de actitud y un mirada positiva del momento que están transitando.
- ayudar para que puedan dar un nuevo impulso a sus capacidades y dispongan de las potencialidades remanentes que hay en su interior, logrando que lleguen a la revalorización de esta etapa de la vida.
Cuando hablamos de revalorizar, hablamos de
volver a valorar, es decir, ejercer actos moralmente beneficiosos que
redundarán en efectos beneficiosos, en este caso sobre el mejoramiento de la
calidad de nuestra vida.
FUENTES
- Ética Aplicada. Docente: Prof. María Laura Ballabeni. - Universidad Católica de Santa Fe - Facultad de Ciencias de la Salud. Licenciatura en Gerontología.
- “Etica” - A. Sánchez Vázquez. Editorial Grijalbo. México.
- Definición ABC
- Significados.com
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