jueves, 29 de julio de 2021

EL PASADO: LA EDAD CRONOLOGICA VS. EL FUTURO: NUESTRA VERDADERA "EDAD BIOLOGICA"

Durante el proceso del envejecimiento humano los cambios biológicos que se producen en cada individuo evolucionan de forma muy heterogénea. Es decir, cada cuerpo y mente se va desarrollando de forma diferente, envejeciendo a un ritmo desigual. Qué es el envejecimiento y sus teorías.

El ser humano es un organismo muy complejo y es un error medir los cambios que se producen en él con el simple relativismo temporal, ya que depende de múltiples factores que influyen en nuestro proceso de envejecimiento, de menor a mayor: genéticos, ambientales, emocionales, psicológicos, cuidados físicos y especialmente la influencia que ejercen nuestros pensamientos, nuestro poder de resiliencia celular y nuestra actitud frente a la vida.
La resiliencia celular es el mecanismo que posee la célula, como sistema vivo, para propender a su crecimiento, maduración y para su muerte. Ella es básica para los procesos de neuroplasticidad, y puede ser innata o adquirida.
Todos conocemos a personas en las cuales no condice su aspecto general con  su edad cronológica. Eso es debido a que los procesos que se llevan a cabo en el interior del cuerpo, tanto los que nos afectan a nivel físico como los que nos afectan a nivel psico-emocional, tienen un impacto variable en el desarrollo, evolución y reproducción de nuestras células. De eso se trata la edad biológica, de nuestra resiliencia celular, de su salud reproductiva, de su estado funcional.
Entonces ¿tenemos una edad biológica diferente a la cronológica? Por supuesto, somos biología y respondemos como tal. No hablo del obsoleto binomio joven-viejo, hablo de salud-enfermedad. Además cada órgano que compone nuestro cuerpo, a su vez podría tener una edad biológica diferente.
Tal es el caso de Albert Einstein, que murió a los 76 años de un aneurisma de la aorta abdominal, y según estudios posteriores realizados sobre su cerebro, comparando sus conexiones cerebrales con otros cerebros de personas jóvenes y ancianos, se llegó a la conclusión de que el físico tenía más conexiones que cualquiera de los otros cerebros. Es decir, conservó su capacidad intelectual a pesar de los años transcurridos, o quizás hasta aumentó, eso no lo sabemos.

De todas formas la edad cronológica la podríamos seguir utilizando para realizar diversos ordenamientos en la población, etc. Pero ya tendríamos que comenzar a diagramar una nueva conceptualización social centrada en la persona y sus necesidades.
Entonces, el proceso de envejecimiento tan humano como individual, y que empieza a marcar nuestra vida desde el nacimiento, cualquier experiencia o situación que vivamos nos impactara de forma diferente, en mayor o menor grado en la salud de nuestras células, no olvidemos que nuestras células son seres vivos y como tal tienen memoria y según como sea nuestra adaptación biológica, el bagaje cultural-emocional y la capacidad para superar obstáculos, la resiliencia, podremos mantener esta fabrica celular en buenas condiciones y postergar o evitar un envejecimiento patológico.


La célula humana

En biología, la célula es la unidad más pequeña que puede vivir por sí sola y que forma todos los organismos vivos y los tejidos del cuerpo.

El proceso de envejecimiento es un proceso natural e individual y para no ser patológico depende de la salud de nuestras pequeñísimas fábricas de telomeros y telomerasa. 

Telómeros/Telomerasa = ¿Eterna juventud?

La bióloga molecular María Blasco directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), explicó que algunas de las causas que se han averiguado en los últimos años sobre que produce este envejecimiento patológico, se encuentran en la erosión de los telómeros. Éstos son unas estructuras que se encuentran al final de los cromosomas. Son esenciales para la vida y tienen una función de protección. Si se desgastan, nuestros órganos no se pueden regenerar tan rápido y así aparecen las enfermedades. “Si medimos los telómeros se ve que son cada vez más cortos conforme aumenta la edad y pensamos que cuando son muy cortos esto desencadena las distintas patologías”.
Por otro lado, hay personas que tienen los telómeros mucho más cortos de lo normal debido a las alteraciones de la enzima telomerasa, “una especie de máquina que es capaz de alargar los telómeros”.
Por esa razón no se puede tomar como una regla generalizada. Cada persona es tan única como su edad biológica.

A  saber…

EDAD CRONOLOGICA

La cronología determina el orden temporal de los acontecimientos históricos.

Por ende la edad cronológica es el orden temporal que usamos para medir el paso del tiempo en años de las personas desde el nacimiento hasta su muerte. Se basa en el calendario gregoriano, originario de Europa, que a partir de 1582 se fue adaptando paulatinamente en todo el mundo hasta la actualidad, y cuyo promotor fue el papa Gregorio XIII,  de ahí su nombre.

EDAD BIOLÓGICA

La edad biológica, es un concepto que está relacionado con el estado funcional del cuerpo. No mide el tiempo que ha transcurrido desde nuestro nacimiento, sino el estado de nuestro metabolismo. Se refiere a los años aproximados que tenemos molecularmente, es decir, el estado de las células, los tejidos, los órganos y los sistemas que lo componen en forma individual. Aunque también usamos la ilusión del tiempo para medirlo, debido a que hasta ahora no se conoce otro parámetro para hacerlo, por lo menos no se ciñe a un modelo estandarizado.


Ahora bien…

pensemos, es un poco ridículo creer que las personas, por ejemplo de 50 años (por dar un número) al día siguiente de su cumpleaños, la totalidad de ellas tendrán exactamente el mismo envejecimiento en sus células, las mismas enfermedades, arrugas, etc., como si el único factor que influyera en el ser humano, puramente biológico fuera algo puramente cronológico. Existen demasiados factores que condicionan nuestra buena o mala condición física, los internos-externos y sus diferentes niveles de intensidad que impactan sobre nuestra vida, los cuales podremos afrontar según nuestras herramientas adquiridas y nuestro bagaje genético.

Por ejemplo el impacto biológico como el estrés puede provocar que algunos parámetros que se consideran fisiológicos se salgan de los rangos adecuados para la edad cronológica tipificada y que exista un 
desequilibrio entre los procesos de regeneración y degeneración celular con un balance hacia estos últimos. Las hormonas de estrés mantenidas en el tiempo (cortisol, adrenalina y noradrenalina) harán que se produzca un grado de inflamación crónica debido a una respuesta inmune desmesurada.
Una inmunidad sobre estimulada hará que se produzca daño celular que será difícil de reparar en un contexto de inflamación sin resolver que se irá perpetuando en el tiempo con un inevitable envejecimiento prematuro de nuestros tejidos. 
No se puede hablar de números absolutos cuando nos referimos a una edad biológica, sino en aproximaciones.
A menudo no coinciden la edad cronológica de la biológica. Esta puede variar disminuyendo o aumentando en cinco, diez, quince o más años. 
Hay personas con una edad biológica menor que la cronológica. Así, su cuerpo es "joven" para los años que tienen. Para esas personas, las probabilidades de padecer enfermedades relacionadas con la edad es menor. No solo suelen vivir más años, sino que además gozan durante más tiempo de una mayor calidad de vida
Por su parte, en el caso de quienes tienen una edad biológica mayor que la cronológica sucede lo contrario: esos riesgos son mayores. Diversos estudios han demostrado que la edad biológica funciona como un factor predictor de mortalidad
Además, la edad biológica puede no ser la misma para las distintas partes del cuerpo de una misma persona. Alguien puede tener un cerebro "joven" pero unos pulmones "avejentados", por ejemplo, en relación con su edad cronológica.

La clave también está en el Sistema Inmunitario

Científicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) desarrollaron una hipótesis que ha ganado mucha fuerza desde su formulación: la teoría del envejecimiento oxidativo inflamatorio. De acuerdo con esa teoría, el sistema inmunitario desempeña un papel clave en la velocidad del envejecimiento y, por lo tanto, en la edad biológica.

"Un individuo con una función inmunitaria más envejecida tendrá peor salud y morirá antes que otro de su misma edad cronológica con una funcionalidad más joven, la cual nos indica una menor edad biológica", explica un artículo de Mónica de la Fuente, investigadora de la UCM y una de las responsables de esta teoría. 
La especialista añade que, por su parte, "las personas que llegan a centenarias tienen esas funciones inmunitarias con valores similares a los que presenta una persona adulta". Las investigaciones señalan que la oxidación y la inflamación de las células inmunitarias son las responsables del aumento acelerado de la edad biológica.
¿Qué es lo bueno de todo esto? Pues que –a diferencia de la edad cronológica, ante cuyo avance no podemos hacer nada– la edad biológica se puede modificar: es posible rejuvenecerla.

Cómo reducir los años biológicos

"Las intervenciones nutricionales, de actividad física, de ayuda para el control del estrés, entre otras, han demostrado ser de utilidad para rejuvenecer la función inmunitaria, esto es, la edad biológica, lo que permite alcanzar una longevidad saludable", apunta también Mónica de la Fuente.
Es cierto que hay una parte que depende de la genética. Pero el modo en que envejecemos no está predestinado por esa herencia: la edad biológica depende de ella solo en un 25%. Las otras tres cuartas partes de la ecuación tienen que ver con factores externos, relacionados sobre todo con el estilo de vida.
Surgen entonces cuatro elementos claves para mantener un cuerpo joven (e incluso para rejuvenecer), que son además recurrentes cuando se habla de hábitos saludables:

Entonces...

Tener una mejor edad biológica ¿nos podría permitir vivir más años? Pues en cierto modo sí, y lo mejor es que, además, lo haríamos con mejor calidad de vida, que al final es lo que nos interesa, es decir, dándole vitalidad a nuestros años.
Potenciando los factores que alargan nuestra vida biológica estamos previniendo la aparición de enfermedades degenerativas trabajando a un nivel mucho más profundo de salud, el celular.
Aunque la genética personal es un factor a tener en cuenta, hay otros factores que pueden llegar a tener aún mucho más peso en todos los procesos que llevan al envejecimiento prematuro acortando la edad biológica. Son los factores relacionados con la epigenética, es decir, los que están por encima de la propia genética, los relacionados con el estilo de vida y el ambiente que nos rodea.
La base de una edad biológica idónea está en acentuar la capacidad de regeneración celular, introduciendo pequeños pero poderosos cambios en nuestra vida. 
Romper el sedentarismo y aceptar que la actividad física forma parte de nuestra condición humana, prestar atención a nuestra propia cronobiología respetar las horas de vigilia y sueño, nutrirnos con alimentos naturales y dejando de lado la basura comestible que daña la microbiota, mantener nuestra mente activa, cuidar de nuestros sistemas de detoxificación, o tomar decisiones que mejoren nuestra salud mental, son cambios sencillos que nos van a permitir mejorar nuestra edad biológica.
Desequilibrios metabólicos, inmunes, endocrinos y bioquímicos manifestados mediante procesos patológicos como la resistencia a la insulina, la inflamación silenciosa, la autoinmunidad o las neurodistonías son los que poco a poco nos hacen envejecer de una forma prematura.
Empieza a mejorar tu edad biológica y darle vida a tus años. Sólo tienes que escoger por dónde empezar y dar un paso adelante en pro de tu salud.

Surgen entonces cuatro elementos claves para mantener un cuerpo joven (e incluso para rejuvenecer), que son además recurrentes cuando se habla de hábitos saludables:

  1. Buena alimentación: una dieta equilibrada, nutritiva y natural, como la mediterránea, con bajas cantidades de "comida chatarra", azúcares, alimentos ultraprocesados, etc. Por supuesto, siempre conviene evitar los excesos de alcohol, tabaco y otras sustancias.
  2. Actividad física: hacer ejercicio moderado o intenso y no caer en el sedentarismo
  3. Poco estrés: en particular, se deben evitar los niveles elevados de estrés que se mantienen durante mucho tiempo y que pueden derivar en estrés crónico, y están muy relacionados con situaciones de ansiedad y depresión.
  4. Sueño saludable: dormir el número de horas aconsejable y además lograr un sueño de calidad.

Cómo averiguar la edad biológica

En los últimos años, la ciencia ha intentado hallar biomarcadores que permitan calcular con precisión la edad biológica. Es decir, elementos que estén presentes en el organismo humano y que sirvan para medir de manera objetiva el grado de envejecimiento real de cada persona.

No es sencillo. Un proyecto de la Comisión Europea se propuso desarrollar un "modelo matemático" capaz de calcular la edad biológica a partir de una serie de biomarcadores. La investigación destacaba la importancia de este tema "en vista del aumento de la esperanza de vida", el cual provocará también un incremento de la prevalencia de las enfermedades relacionadas con la edad.
Estos marcadores biológicos permitirían identificar a las personas con mayor riesgo, y por ende mejorar la prevención y los tratamientos en las etapas tempranas de cada enfermedad.
Pero no existe, por ahora, un consenso universal acerca de cuáles son los biomarcadores más apropiados. Algunos de los que se han propuesto con mayor frecuencia son datos vinculados con el ADN. Por ejemplo, la capacidad de reparación de sus células o la extensión de los telómeros (una parte de los cromosomas).

Si quieres saber que edad tiene tu cuerpo no te pierdas este video


FUENTES:


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