Si la expresión "somos un país de bares, no de científicos" describe realmente la esencia del pueblo español, no lo sé, pero sí que son las angustiosas palabras que reflejan la realidad de un entorno hostil
para cualquier científico, y que fueron manifestadas por Vicente
Larraga, profesor de Investigación ad
Honorem en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita
Salas (SIB-CSIC), la Agencia Estatal para la
investigación científica y el desarrollo tecnológico en España, y que lidera un proyecto con el fin de desarrollar una vacuna frente al SARS-CoV2, basada en ADN recombinante.
El Prof. Larraga es un investigador de
primer nivel. A sus 73 años nos aporta mucho mas que su conocimiento, nos ofrece el valor añadido de su experiencia, mérito,
sabiduría, además de tener el talento para la reflexión y la deducción que le otorga, seguramente, más idoneidad que
alguien que tenga la mitad de su edad, por la claridad y sentido común que ofrece el paso del
tiempo, para liderar grupos de investigación en un entorno adverso.
Este reportaje
revela las vicisitudes que un puñado de brillantes y abnegados científicos, tienen que
enfrentar en el día a día para poder realizar su trabajo, que es nada mas y nada menos, que una vacuna nacional para salvarnos la vida, bajo mínimas condiciones laborales y
con presupuestos miserables por parte de la administración pública.
Lo más alarmante es que las autoridades que hemos elegido, evidentemente, han lanzado una moneda al aire, dejando que el azar decida sobre la salud, sobre nuestra vida. En este momento en que hay muy pocas vacunas para asistir a la demanda
mundial, situación que creo se prolongará por mucho tiempo, debido a la capacidad y velocidad que tiene el SARS-CoV2 en replicarse, en formar mutaciones que generen nuevas cepas, quizás hasta más agresivas, como actualmente está ocurriendo con la africana, brasilera o británica, cepa británica del coronavirus afecta principalmente a los niños en Italia, Variante de covid19 en Brasil abruma a hospitales locales y llega a pacientes más jóvenes. Los funcionarios se dan el lujo de escatimar el apoyo financiero al proyecto de tener una vacuna propia, y no depender de laboratorios extranjeros, que como se sabe y es lógico, deben asistir primero a sus habitantes, ya que gran parte de sus impuestos fueron tanto a incrementar la investigación sanitaria para prevenir y controlar el Covid19, como lograr alcanzar en tiempo récord una vacuna eficaz para el virus SARS-CoV2.
“Esto es una carrera de resistencia”, ahora que las primeras vacunas ya han llegado al mercado, hay que
“ofrecer algo nuevo” para que alguna multinacional se interese en la
distribución.
En su caso, dos son las ventajas de su
candidato vacunal: la conservación a temperatura ambiente, algo que, de
momento, no tiene ninguna de las vacunas que se están suministrando; y que, al
ser una vacuna de ADN sintética, puede rehacerse rápidamente para adaptarla a
variantes del virus que sean más resistentes.
El parasitólogo, cree que, con la vacunación
en marcha, a partir del otoño recuperaremos la normalidad, pero avisa: “La
enfermedad continuará 2 o 3 años”, por eso “hay que seguir fabricando vacunas y
es tan importante que tengamos nuestra propia capacidad para hacerlas”.
Países como Inglaterra y Alemania, aumentaron en la última década su presupuesto en ciencia en un 40%, mientras que España lo disminuyó en un 25%. Como sabemos el 10% de los países que concentran el 90% de las vacunas, son aquellos que invirtieron en investigación, desarrollo e innovación (I+D+I), para alcanzar con esfuerzo y en tiempo récord el éxito. ¿Por qué en España no se hace lo mismo? es más, vemos acciones que responden a políticas casi psicopáticas, queriendo menoscabar lo que con mucho valor, gran capacidad y lamentable presupuesto se está consiguiendo.
En este punto mi más sincero agradecimiento, a pesar de la polémica y controvertida información al respecto, a aquellos médicos italianos que desoyeron las recomendaciones de la OMS, en uno de los peores y más dolorosos momentos de la pandemia. En esa época la Organización Mundial de la Salud desaconsejaba la realización de autopsias a los cadáveres por el alto peligro de contagio, pero gracias a la valentía de estos profesionales, que se arriesgaron, hoy conocemos mucho mejor la dinámica del virus al que nos estamos enfrentando, y se ha logrado con los conocimiento adquiridos, una gran disminución en el número de fallecidos por Covid19.
Como dije anteriormente, en España se redujo el presupuesto en ciencia en un 25% ¿por qué? ¿Por qué no se le da la importancia
y el apoyo que necesitan los científicos? ¿Cuáles son los verdaderos intereses, sino es la
salud de la población? ¿Por qué no se invierte mas económicamente en desarrollar una vacuna propia? ¿Cuáles deberían ser las consecuencias políticas, si debido a la negligencia de los dirigentes en la gestión de la pandemia, y/o la lentitud en la vacunación, continúan o aumentan en olas o cepas el contagio y/o las muertes,? ¿Y si eso sucede, qué ridícula excusa inventarán?
Tenemos lo más importante y difícil de
conseguir, el recurso humano ya que lleva muchos años preparar profesionales
competentes, ¿por qué se quiere desperdiciar esta oportunidad, y dejar que nuestros científicos emigren ejerciendo sus habilidades en otros países, cuando desean permanecer en el suyo?
Seguro que no son ellos los que deberían irse. ¿Por qué tenemos administradores tan incapaces, que malgastan lo que recaudan con nuestros impuestos?¿Por qué no podemos tener gente que gestione los escasos recursos del país en base a los intereses nacionales, y no a la lucha de intereses partidarios para conseguir el poder, si total cuando lo tienen, ante la adversidad, no lo saben usar?
Muchas preguntas y pocas certezas.
Sin embargo creo que una posible respuesta podría estar en este mismo reportaje en el minuto 1.37. Una sola persona, una palabra, una actitud, una aseveración, y si prestamos atención, visualizaremos la punta del iceberg de hacia donde nos dirigimos, y entenderemos porque España está, y si no cambia seguirá, a la cola de Europa. Lamentable.
EL
"VAMOS VIENDO" DE LA VACUNACIÓN
En esta
segunda parte del artículo, no me voy a referir a lo desastrosa, que así fue y sigue siendo, gestión de la pandemia en Vitoria; sino a mi entender, a la lenta, sectaria, injusta e inmoral estrategia de vacunación en esta ciudad, y especialmente mi indignación como personal sanitario interino, al párrafo dónde, si bien se aclara que somos personal de primera línea, al no tener centro concreto, Salud Pública que es el organismo que organiza la vacunación, aclaró que no tiene una respuesta concreta a la pregunta de cuándo este personal va a ser vacunado.
Una incongruencia e ignorancia supina. Justamente nosotros que trabajamos en diferentes residencias, deberíamos haber sido uno de los primeros grupos en ser vacunados. De esa manera estando protegidos, podemos seguir cuidando.

Me
permito sugerirles a los funcionarios de Salud Pública, que lean el Plan Estratégico de Vacunación Covid19 del Sistema
Sanitario de Euskadi, actualización del 18 de Febrero del 2021 y con el logo
del Gobierno Vasco, donde está bien claro, y es coherente el orden en que los
colectivos tienen prioridad para ser vacunados. Como verán, el personal sanitario de primera línea (no aclara si son o no interinos), corresponde al grupo 1 o en su defecto al grupo 2.
Ciertamente, con esta evidencia deja de ser creíble cualquier argumento que Salud Pública esgrima para no vacunar al personal interino cuando le corresponde. No respetan el orden que el mismo sistema
sanitario ha dictaminado, y tampoco han incluido fechas aproximadas. Es un plan bastante sui generis.
Al final del articulo adjunto, tanto la nota informativa completa del sindicato ELA-IFBS, como el plan estratégico de vacunación, por si quieren leerlo y saber cuándo probablemente NO les toque. Pero no se equivoquen el verdadero plan estratégico es el “vamos viendo”.
Nuevamente
lamentable.
EL POR QUÉ ME RESULTA INJUSTO E INMORAL
quitarnos el derecho a ser vacunados en tiempo y forma
De esenciales. A descartables
Antes permitan que les comente brevemente, para que puedan valorar, cómo pudo ser que de aquellos barros hemos llegado a estos lodos, porque yo no puedo entender, por qué, cómo o cuándo de ser esenciales pasamos a ser descartables.
Ya he comentado en
otros artículos mi actuación como auxiliar de enfermería INTERINA durante la pandemia, lo pongo
en mayúscula porque para mi fue un gran honor pertenecer a este grupo que le puso el cuerpo desde el primer momento, y nunca se negó a participar a pesar de compartir con todos, el temor a lo desconocido.
Desde el mes de marzo 2020
que se iniciaron las primeras acciones con el fin de controlar la pandemia, fui convocada, junto con muchos otros de mis compañeros/as, para trabajar
en la residencia Zadorra. Posteriormente se la consideró un ejemplo de procedimiento en emergencia durante la pandemia.
Hay que recordar que por aquellos días muchos auxiliares de enfermería con plaza fija estaban de vacaciones, de permiso o de baja. Por esa razón al tener tan poco personal en actividad, sumado al incremento de pacientes con Covid19, el Instituto Foral de Bienestar Social tuvo que citar a trabajadores eventuales. Se podría decir que una gran cantidad de los auxiliares que estuvimos desde el primer minuto de la propagación de la enfermedad, pertenecemos a este colectivo.
A esta residencia se trasladaban los pacientes
con Covid19 desde los hospitales para descongestionarlos, ya que en ese momento estaban desbordados debido al continuo ingreso de paciente positivos; también recibía enfermos de residencias ubicadas en otras localidades.
Al principio fue un
descontrol, no había material, no se sabía cómo actuar, las órdenes eran
erráticas y la información de como debíamos cuidarnos y protegernos, escasas.
Pero sí había un
sentimiento en abundancia y era el MIEDO, que junto a la angustia de la
incertidumbre, del no saber, provocaba un ambiente de desasosiego y confusión.
Eran un cumulo de emociones compartidas tanto por los pacientes como por
nosotros/as, pero que no impidió en ningún momento, que hiciéramos nuestro trabajo de la mejor forma, por el contrario.
Vivimos y compartimos junto a ellos la
inseguridad, la ansiedad, la preocupación, tratábamos de calmarlos, de dar respuesta a sus inquietudes dentro de nuestras posibilidades, para hacerlos sentir un poco mejor. A pesar de que no podían ver nuestras caras, ni reconocernos por el equipo de protección (EPI) que usábamos, sentían nuestro cuidado y cariño. Tratábamos de estimularlos y reforzarles la esperanza de que todo iba a pasar, de que iban a estar bien, que no estaban solos/as.
Así fueron aquellos días que atravesamos con mucha valentía tanto los pacientes, como los auxiliares. Una experiencia dura pero enriquecedora.
A principios de Mayo
cuando todo estaba mejorando, me enviaron a una residencia de personas con
discapacidad. En este caso, al principio los usuarios eran negativos, pero al cabo de un tiempo y con el avance de la pandemia algunos de ellos contrajeron la enfermedad. Para ese entonces, ya había superado la etapa del MIEDO al virus, que se transformó en una etapa de RESPETO. Había aprendido cómo enfrentar la situación, cómo controlar los niveles de ansiedad de ambos lados. Lo que SI debía hacer y lo que era menos relevante. Sabía cuidarme para cuidarlos.
Así estuve trabajando durante todo el año 2020, en diferentes centros con pacientes Covid19.
Por lo expuesto anteriormente:
"no puedo dejar pasar lo que considero, es una violación de nuestro derecho a elegir si queremos o no ser vacunados/as en tiempo y forma; además de un estilo de discriminación en la igualdad ante el cuidado y protección de nuestra salud"
Uno de los argumentos que esgrime Salud Pública es que no tenemos centro fijo, y es verdad. Respondemos a las necesidades que surgen. Algunos trabajadores interinos que se apuntaron en el listado del centro en el que estaban trabajando en ese momento, y que lograron permanecer cuando fueron a vacunar, se han inoculado; pero muchos otros no coincidimos.
·La decisión ante la desigualdad de no saber cuando seremos vacunados, va más allá de la vacuna en si, conlleva una falta de respeto, irresponsabilidad, injusticia e inmoralidad, en memoria de todo lo que hemos vivido, y lo que aportamos para el bienestar de todos los enfermos con COVID19, sin distinción."
¿Por qué los sanitarios interinos no tenemos derecho a la vacunación como los otros sectores de la sanidad?
¿A los sanitarios interinos nos consideran sanitarios descartables?
Ojala pudiera responder a esas preguntas; pero en que se basan, y cómo toman las resoluciones los funcionarios, excede a mi análisis y comprensión. Por el momento SOLO puedo seguir confiando, ya que las instituciones del gobierno no me protegen, a que mi sistema inmunológico me siga cuidando.
Igualmente y a pesar de no entender, ni comprender sus actos, voy a contribuir con dos artículos que escribí sobre Responsabilidad, Moral y Ética, es didáctico, de fácil lectura, y sobre todo, si le dan un repaso, les puede ayudar a pensar y analizar, las consecuencias en la toma de decisiones futuras.
Apéndice. Si Vitoria no cambia
su estrategia y aumenta el ritmo, no podrá mantener el objetivo. Quizás lo
logre para el verano del 2022, porque para este, así, lo tiene difícil.
ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN COVID19
SISTEMA SANITARIO DE EUSKADI
NOTA INFORMATIVA ELA- IFBS
MESA NEGOCIADORA Y JUNTA DE PERSONAL 23 Febrero 2021
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